domingo, 19 de noviembre de 2017

CORONEL HENRY STEEL OLCOTT (2/3)





LA PRIMERA CAÍDA INICIÁTICA DE OLCOTT
La traición hacia Blavatsky



Maquinaciones por parte del Colegio Cristiano de Madrás para desacreditar a Blavatsky y a la Sociedad Teosofica

Alrededor del 9 de agosto de 1884 la Sra. Coulomb entregó a la Revista del Colegio Cristiano de Madrás, las cartas que ella misma y su esposo habían falsificado con objeto de difamar, desacreditar y destruir a HPB.

El 10 de agosto William Judge llegó a Adyar y se hizo cargo de la situación. Recabó testimonios firmados por diferentes testigos en relación al Cuarto Oculto y al Relicario. Judge permaneció en la India hasta el 29 de octubre de 1884.



11 de septiembre de 1884 se publica
El Colapso de Kuthoomi

El 11 de septiembre la Revista del Colegio Cristiano de Madrás publicó el artículo “El Colapso de Kuthoomi” conteniendo 15 cartas falsificadas por los Coulomb fabricadas con ayuda de los misioneros cristianos. Estas cartas estaban escritas en inglés y gran parte en francés, pero en un francés propio de una persona inculta, lleno de faltas de ortografía e intrusión de italianismos, muy diferentes a las verdaderas cartas de HPB, y de las cuales se conservan muchos originales en francés.

Sin embargo los originales de las cartas falsificadas por los Coulomb nunca se presentaron y posteriormente fueron destruidos por otro de los enemigos de HPB (Elliot Coues en los Estados Unidos, que años después las compró, pero que dándose cuenta de su carácter burdamente fraudulento, no las usó, quemándolas posteriormente), conservándose en la actualidad únicamente su versión impresa.
La obvia intención al publicar esas cartas, era hacer que HPB pareciera como una estafadora sin conciencia, y demostrar que sus fenómenos eran falsos.

El 10 de octubre, A.P. Sinnett recibió una carta de K.H. en relación a la traición en Adyar.



20 de octubre de 1884
Olcott parte rumbo a Bombay

El 20 de octubre, Olcott partió de Marsella rumbo a Bombay junto con Rudolf Gebhard. El 31 de octubre HPB se embarcó en Liverpool rumbo a Adyar, vía Alejandría y Port Said. Viajó acompañada por el señor y la señora Cooper-Oakley.



Olcott duda de HPB

El 10 de noviembre el coronel Olcott, llegó a Bombay, acompañado por Rudolf Gebhard. El 11 de noviembre exhibió las pinturas de los Maestros en una reunión plenaria de la Sociedad Teosófica de Bombay, llegando a Madrás el día 15. 
(Diarios)



Olcott consulta al juez N.D. Khandalavala

Él se detuvo en Poona en su camino para consultar a su amigo, el juez N.D. Khandalavala respecto al problema de los Coulomb y obtener de él su apoyo para el curso de acción que se proponía seguir.
(Ransom, p.204)

Esta visita del coronel al juez N. D. Khandalavala, no debe pasarse por alto, ya que indica, en palabras del propio Olcott, que él ya traía un plan de acción, y que su visita a Poona fue para obtener el apoyo de uno de los miembros mas influyentes de la Sociedad en la India, y que en diciembre estuvo presente en Adyar, avalando los planes del coronel Olcott. El plan de Olcott era no llevar a una Corte de Justicia el caso de las cartas falsificadas por los Coulomb, ¿por qué? La única razón válida que encontramos para este curso de acción es que Olcott dudaba de HPB, y creía, o no estaba seguro de si ella había escrito realmente esas cartas falsas, duda que también era compartida por Subba Row.



Khandalavala dudaba de Blavatsky


Olcott se detuvo en su camino para consultar al juez Khandalavala, sin embargo él probablemente abrigaba más dudas sobre Blavatsky que el propio coronel Olcott, así que esta entrevista probablemente solo incrementó las dudas de Olcott. Khandalavala había estado en contacto con William Judge hacía apenas dos meses antes.

Khandalavala tenía muchas dudas acerca de las cartas supuestamente escritas por Blavatsky que los Coulomb habían falsificado y publicado en la revista del Colegio Cristiano de Madrás; así que le escribió a William Judge que en esa época se encontraba en Adyar, pidiéndole que si fuese posible viera los originales de las cartas publicadas, y que le diera su opinión.

Judge hizo lo que Khandalavala le pedía y relata que: 

“Vi algunas de las cartas y le escribí [con fecha 17 de septiembre de 1884]. Él me había preguntado si alguna de las cartas podía haber sido alterada. A la mitad de mi carta le di cuatro ejemplos de imitación de escritura que le dije habían sido escritas por un amigo, expresando esto con las palabras ‘testifica estas [hechas] por un amigo' [el amigo era el Mahatma M.] después de las cuales seguían las malas imitaciones de las firmas de la señora Blavatsky, el coronel Olcott y otros.

También me referí a la astuta falsificación hecha por la señora Coulomb de la escritura del Dr. Hartmann. . . . Esta carta podría ser usada en mi contra suprimiendo las palabras, ‘un amigo'.”
(The Judge Case, Pelletier, Suplemento, p.379. Ver Exhibit “A”)

En su momento esta carta produjo un efecto positivo entre los miembros de la Rama de Poona y varios de ellos enviaron artículos y cartas de protesta a la Revista del Colegio Cristiano, en defensa de Blavatsky. Entre estos, el mismo juez N.D. Khandalavala, su hermano Pastajni D. Khandalavala, y A.D. Ezekiel.



Subba Row dudaba de Blavatsky


Subba Row dudaba de Blavatsky ya que de otra forma no le hubiese escrito a HPB “cuando ella estaba en Europa. . .preguntándole si ella le había escrito a la señora Coulomb alguna de esas cartas comprometedoras, sugiriendo que si éste fuese el caso, se deberían comprar.”
(Eek, p.666)

Esta duda de Subba Row fue por cierto la semilla que posteriormente produjo su separación de los Maestros.



El coronel Olcott era exageradamente desconfiado

No era algo nuevo el que Olcott dudara de HPB, lo había hecho desde el principio en Nueva York, y lo continúo haciendo en la India. Basta recordar lo que a este respecto el Mahâtma KH le dijo en su visita personal en Lahore en 1883 (ver primera parte):

“Tu acción escéptica, llegando frecuentemente al conservatismo extremo—quizás el único rasgo que nadie, sin prestar atención, habría sospechado de ti— ha impedido seria y constantemente tu desenvolvimiento interior. Te ha hecho desconfiado—a veces cruelmente también—de Upâsikâ [HPB], de Borg, de Djual-K, incluso de Dâmodar y D. Nath, a los cuales amas como hijos. Este encuentro de nosotros debe cambiar radicalmente el estado de tu mente. Si no lo hiciese así, tanto peor para tu futuro: la verdad nunca viene como un bandido, a través de ventanas con rejas y puertas con láminas de hierro.”



Olcott dudaba también de William Judge

Muchos años después, dudando también de su cofundador William Judge, el coronel Olcott expresó claramente que pensaba que HPB había escrito realmente las cartas que falsificaron los Coulomb. En su alocución Presidencial en la Convención de 1894 en Adyar, Olcott comparó la posición de Judge con la de HPB durante la crisis de los Coulomb, “en la que podía verse cómo se comporta usualmente un individuo acusado del acto inmoral de fraude”.
(The Theosophist, Vol. 16, enero, 1895, p.8-11)

Olcott llegó a Madrás el 15 de noviembre de 1884 y en esa misma fecha W.Q. Judge se embarcó en Liverpool rumbo a Nueva York, él había partido de Adyar alrededor del 29 de octubre.



Regreso de Blavatsky a la India en noviembre de 1884

El 17 de noviembre C.W. Leadbeater se unió a la comitiva de HPB en Port Said. El 18 de noviembre HPB recibió órdenes de ir al Cairo; tomó el tren en Ismailia, rumbo al Cairo, visitando el “Hotel d'Orient”, que previamente había estado en manos de los Coulomb, en la Plaza Ezbekieh. Permaneció varios días recabando información.

Tuvo una cena con el Primer Ministro de Egipto, Nubar Pasha, un Egiptólogo, y acudió a la recepción de la Virreina. El 20 de noviembre HPB visitó el Museo Bulak acompañada por el famoso egiptólogo G. Maspero al cual ella le proporcionó datos valiosos sobre los Faraones. Desde el Cairo, HPB le envió un cable al coronel Olcott en relación al ataque de los Coulomb el cual dice:

  - “Éxito completo. Son forajidos. Tengo las pruebas legales”

(Ver Viejas Hojas del Diario, II, 197); ya que los Coulomb se habían escapado de Egipto para evitar ser arrestados por bancarrota fraudulenta (Ibid. II, 197).

El 17 de noviembre Olcott disolvió la ‘Junta de Control' que había formado antes de su viaje a Europa.



Olcott en espera de Blavatsky

“El 19 de noviembre el coronel Olcott comenzó a demoler el cuarto oculto”
(Zirkoff, CW, VI, p. xxxviii)

Y al día siguiente cablegrafió a HPB para que regresara.
(Diario de Olcott)

El 1 de diciembre Olcott junto con el Dr. Hartmann se embarcaron con destino a Ceilán. El 17 de diciembre HPB, las señora Isabel Cooper-Oakley, su esposo Alfred Cooper-Oakley, y C.W. Leadbeater llegaron a Colombo, habiendo sido recibidos por Olcott y el Dr. Hartmann. Se quedaron ahí un par de días. Por sugerencia de HPB, Leadbeater tomó pansil públicamente del Sumo Sacerdote buddhista, es decir se hizo buddhista.



18 de diciembre de 1884
Llegada de Richard Hodgson a Adyar

Richard Hodgson enviado por la S.P.R. de Londres, llegó a Madrás el 18 de diciembre.

Richard Hodgson
Enviado por la S.P.R. de Londres



21 de diciembre de 1884
Llegada de Blavatsky a Madrás

El 21 de diciembre HPB y su comitiva llegaron a Madrás; y fueron recibidos por un gran grupo. HPB hizo una de sus pocas alocuciones públicas. Ella dijo que “de todas las cartas publicadas [por los Coulomb], ni una sola fue escrita por ella.”
(Ver Viejas Hojas del Diario, II, 195)



23 de diciembre de 1884
Panfleto de la señora Coulomb en contra de Blavatsky

El 23 de diciembre se publicó el panfleto de la señora Coulomb en contra de HPB, intitulado: Algunos Relatos de mi Asociación con las señora Blavatsky desde 1872 hasta 1884 (publicado por los propietarios del Madras Christian College Magazine por Elliot Stock, Londres; fechado el 29 de noviembre de 1884)



Olcott presiona a Blavatsky para que no demande a los Coulomb


HPB volvió plenamente convencida de que había que demandar a los Coulomb y a los propietarios de la Revista del Colegio Cristiano en una Corte de Justicia, por difamación, insistiéndole a Olcott de que llevara a cabo la demanda.

El futuro de la Sociedad y la autenticidad de sus enseñanzas, dijo ella, estaban involucrados en los asaltos que habían sido hechos en contra de su reputación, y si se destruyese su buen nombre, tanto la Sociedad como la Teosofía sufrirían daños irreparables. En cuanto a ella, nada le importaba personalmente, sin embargo el ataque estaba realmente dirigido en contra de su obra, y esa obra en la mente del público no podía separarse de ella, por ser su exponente principal. Destruir una equivalía a destruir la otra.

Pero como Olcott insistía en su posición de no actuar, HPB propuso que “entonces ella misma quitaría esa mancha de su reputación,” haciendo la demanda ella sola, a lo cual Olcott amenazó con renunciar a su puesto y dejar que la Convención escogiera entre los dos; haciendo que cediera HPB.
(Ver Viejas Hojas del Diario, III, p.198)

La excusa del coronel Olcott para oponerse a los deseos de HPB para presentar una demanda por difamación era, que los fenómenos psíquicos no podrían ser presentados en una Corte de Justicia. Sin embargo él olvidaba que todo el caso dependía, no de los fenómenos per se, sino de la evidencia proporcionada por los Coulomb.

El esposo como carpintero que era, había fabricado trampas y puerta falsas en un ropero para probar que existían trucos; la esposa había falsificado cartas supuestamente escritas por HPB y dirigidas a ella, y éstas fueron compradas por los misioneros y publicadas en su revista. Si la abrumadora evidencia en favor de HPB hubiese sido presentada en un Juzgado, se habría podido probar la naturaleza fraudulenta de lo que habían hecho los Coulomb, y HPB, habría ganado el caso que quería emprender, por el bien del trabajo y no por el de ella misma.
(Alice L. Cleather, H.P. Blavatsky Her Life and Work for Humanity, p.51)

La actitud de Olcott en esos momentos está claramente expresada en el siguiente pasaje que él escribió meses después en donde dice: “cuando HPB dijo que su Maestro había dicho tal y tal cosa acerca de cierta acción que había que tomar, yo contesté que nada podía ser debatido en esa Convención que no estuviese basado en sus propios méritos, independientemente de mi lealtad personal a algún Maestro o Maestros; y que la S.T. como organización era independiente de toda autoridad excepto la suya propia.”
(Carta de Olcott a F. Arundale, 13 de octubre, 1885, The Theosophist, 1932; Ransom, p.119)



Diciembre de 1884
Última carta del Mahatma Morya a Olcott


Fue probablemente durante esas semanas de 1884 en que el coronel Olcott recibió la última carta de su Maestro M., en la que le dijo lo siguiente:

“Henry, estas ideas que tienes acerca de Upâsikâ [Blavatsky] son tontas y locas, son pensamientos viles—son como un espejismo lanzado sobre tu cerebro por alguno de los que te rodean.
. . .
No tomes por excusa tu honestidad. La Honestidad sin Justicia es como la linterna sorda de un velador—hecha para lanzar el haz de luz sobre sus propias facciones distorsionadas dejando todo lo que está a su alrededor aún en mayor obscuridad.
. . .
Tú la injurias sin razón, de principio a fin. Tu nunca has entendido a Upâsikâ, ni tampoco las leyes a través de las cuales su vida aparente se ha hecho que trabaje desde que la conoces. Eres ingrato e injusto e incluso cruel. Tomas a mâyâ por la realidad y a la realidad por la ilusión.

He dicho, y no diré más, y si no escuchas lo que te digo ahora, tendré que darle la vuelta a Karma en otra dirección.
M.
(Letters from the Masters of the Wisdom, II, Carta 47, pp 89-90. Nota: los puntos suspensivos están en el original, parece ser que la carta no se publicó de manera completa)




27 de diciembre de 1884
La Convención de Adyar abandona a Blavatsky


El día 27 de diciembre tuvo lugar la Convención Anual de Adyar, el coronel Olcott presentó una alocución en la que repetidamente expresó su opinión en el sentido de que no se debería hacer una demanda legal en contra de los Coulomb y los Misioneros Cristianos de Madrás. Olcott proponía que se seleccionara un Comité para que examinara los hechos, y que HPB tendría que actuar de acuerdo a las recomendaciones del mismo. Las conclusiones del Comité fueron las siguientes:

1.- Se resuelve : que las cartas publicadas en la Revista del Colegio Cristiano bajo el título “El Colapso de Kuthoomi” son solamente un pretexto para lastimar la causa de la Teosofía ; y como esas cartas son desde todo punto de vista absurdas para aquellos que conocen nuestra filosofía y hechos, y que, a los que no conocen esos hechos no se les podría cambiar su opinión incluso si el veredicto legal fuese a favor de la Sra. Blavatsky, por lo tanto es la opinión unánime de este Comité que la Sra. Blavatsky no demande a sus difamadores en una Corte de Justicia.

Firmado por: Norendro Nath Sen, Presidente; A.J. Cooper-Oakley, Secretario; Dr. Franz Hartmann; S. Ramaswamier; Naoroji Dorabji Khandalavala; General H.R. Morgan; Gyanendranath Chakravarti; K. Bannerji; T. Subba Row; P. Sreenivasrow; P. Iyaloo Naidu; Rudolph Gebhard; R. Raghoonath Row; S. Subramania Iyer.
(Viejas Hojas del Diario, III, p.200-201)

(Nota: El estudiante podrá encontrar el punto de vista oculto respecto a este problema y sus implicaciones a largo plazo en el artículo de HPB, “A mis Hermanos de Aryavarta” Suplemento No.5 de Âtma Vidyâ y en el Suplemento 1997 al Manifiesto 1996 de Geoffrey Farthing “Acerca del Futuro de la Sociedad Teosófica.”)

La gran mayoría de los periódicos y de los observadores inteligentes consideraron que esto era una admisión tácita por parte de los teósofos de que las acusaciones de los Coulomb eran ciertas. El golpe fue casi mortal para el cuerpo de HPB. Durante los siguientes tres meses, rara vez fue ella capaz de dejar su cama.
(The Theosophical Movement, 1875-1925, p.82-88)

Durante el mes de diciembre se formó un comité en Adyar, propuesto por T. Subba Row para recibir y dirigir Enseñanzas Esotéricas adicionales y para transmitirlas al Grupo Interno de la Logia de Londres y a las Ramas. Los Maestros tendrían que dar su consentimiento para pormenorizar un grupo especial de sus Chelas, para darle material a este Comité a través de Subba Row y Dâmodar. El Comité estaría compuesto por H.S. Olcott, T. Subba Row, el señor y la señora Cooper-Oakley, S. Ramaswami Iyer.
(Ransom, p.206; carta de H.S. Olcott a Francesca Arundale, del 31 de diciembre, 1884, en Theosophist, sep. 1932, p.728; también su carta del 7 de enero de 1885, ibid, p.729)

En diciembre también se formó en Adyar el Comité de Defensa



Diciembre de 1885
Richard Hodgson “examina” a Blavatsky

Todos los delegados de la Convención partieron, salvo Richard Hodgson que se quedó como invitado de los Fundadores. Él ‘examinó' a HPB acerca de las cartas de los Coulomb y la encontró ‘difícil', ya que ella desconfiaba de él. Hodgson se fue a Madrás para investigar el punto de vista de los Coulomb, pero regresó con los Fundadores ocasionalmente, y en esas ocasiones el coronel le dio extractos de sus Diarios, y todo la información que necesitaba, ya que en ese tiempo se pensaba que el reporte de Hodgson sería favorable. Durante la noche del 8 de enero el coronel fue visitado por. . .Djual Khool, el cual le dio instrucciones sobre varios asuntos.
(Josephine Ransom, A Short History of the Theosophical Society, 1875-1939, Adyar, 1939, p.217)

El 9 de enero, HPB recibió de su Maestro M. el plan para la Doctrina Secreta.



Enero de 1885:
El viaje de Olcott a Birmania y
La desintegración de la Sociedad Teosófica

El 14 de enero el coronel Olcott y C. W. Leadbeater, se embarcaron con destino a Birmania, sin embargo el 28 de enero a la 1:27 a.m., el coronel Olcott recibió un despacho urgente de Dâmodar, en el que lo urgía a que regresara de inmediato a Adyar, ya que HPB se encontraba en una delicada condición de salud provocada por la tensión que produjo en ella la falta de apoyo e ingratitud de los que la rodeaban, sintiendo que toda su obra había sido arruinada. Olcott tuvo que embarcarse de inmediato dejando a Leadbeater a cargo de los asuntos por los que había ido a Birmania.



5 de febrero de 1885
Blavatsky al borde de la muerte
El coronel Olcott vuelve urgentemente


Para el 5 de febrero, HPB se encontraba en una condición crítica de salud y los doctores que la atendían temían que moriría de un momento a otro. Precisamente ese día el Dr. Franz Hartmann y el señor Lane-Fox le dieron a firmar un documento en el que proponían hacer a un lado al coronel Olcott, y reorganizar la Sociedad de acuerdo a sus propias ideas, y gobernarla por medio de un Comité, del cual ellos formaban parte.

Ese mismo día, el Maestro M. llegó a Adyar y restableció la salud de HPB. También ese día volvió el coronel Olcott de su viaje a Birmania. A este respecto el coronel Olcott nos narra lo siguiente:

“Me apresuré para llegar a casa y me encontré a HPB en un estado entre la vida y la muerte, con congestión de los riñones, gota reumática, y una alarmante pérdida de vitalidad. Aunado a esto, el debilitamiento del corazón la había llevado a una crisis en la que su vida temblaba en la balanza. Le dio tanto gusto verme que puso sus brazos alrededor de mi cuello, y me acerqué al lado de su cama y ella lloró sobre mi pecho.

Yo también estaba inenarrablemente gustoso de estar ahí, y por lo menos despedirme de ella y asegurarle mi perseverancia. . . .Pero no me dejaron estar en comunión y en paz con ella. El señor Lane-Fox que había vuelto de Londres, y el Dr. Hartmann y otros recién llegados habían juntado sus cabezas, y habían incubado un esquema por el que simplemente se me hacía a un lado, transfiriendo el poder de gobierno a un Comité compuesto principalmente por ellos mismos.”
(Old Diary Leaves, II, p.217)

Al recobrarse, HPB después de platicar con el coronel Olcott, desconoció la validez del documento de Hartmann y Lane-Fox.



Olcott pierde momentáneamente el control de Adyar


No cabe duda que además de la noticia de la grave enfermedad de HPB, “el retorno del coronel Olcott al cuartel general fue impelido por lo que para él eran razones aún más urgentes, ya que al mismo tiempo estaba recibiendo notificaciones de sus íntimos amigos hindúes de que, vertiginosamente, la situación se estaba haciendo desesperada.

Se le informó que muchas Logias estaban cayendo en la somnolencia, que otras amenazaban con disolverse; su Consejo General estaba dividido en dos facciones, y aumentaba el número de los que estaban en su contra.

Hay indicios que nos muestran que, además de los pocos que permanecieron fieles a HPB, muchos otros europeos y algunos miembros hindúes, por reacción, habían sentido hasta cierto punto la monstruosa injusticia que se le había hecho a HPB, y querían hacer del coronel Olcott el chivo expiatorio de su timidez y tibieza.

El sentido de la pérdida presente y por venir hizo que muchos se dieran cuenta del error fatal de haber abandonado a HPB, y todos sabían que la acción de la Convención se debió directamente a la sanción del coronel Olcott. Por lo anterior estaba ganando fuerza un movimiento para limitar su control autocrático del Consejo y de los asuntos de la Sociedad, en vez de que siguiera siendo una mera pantalla e instrumento de los deseos del Presidente. Este sentimiento espontáneo fue puesto ante HPB, y en apoyo ella lo firmó con las siguientes palabras: ‘Creyendo que este nuevo arreglo es necesario para el bienestar de la Sociedad Teosófica, lo apruebo, en lo que a mi concierne’.

El coronel Olcott, que había sido el primero en creer que era necesario abandonar a HPB ‘por el honor de la Sociedad ' y para preservar a la Sociedad de los ataques que se le hacían debido a HPB, ahora se sintió burlado y herido profundamente por estas evidencias de deserción e insatisfacción hacia él por parte de los miembros.

Después de consultar con sus amigos se fue derecho con la moribunda HPB, tal como todos pensaban, y le imploró que lo restituyera a su antiguo rango y función. No obstante lo velado y difuso que están los fragmentos de información publicados en relación a los acontecimientos de esos difíciles meses, ciertos hechos se revelan con claridad a la luz de la historia posterior.

Todo parece indicar que el coronel Olcott reconoció y admitió sus errores, prometió tomar un curso más leal y consistente en el futuro, y prometió proseguir una política menos arbitraria en la conducción de la Sociedad. Sabiendo que su devoción por el bien de la Sociedad era constante e inamovible, no obstante sus errores debidos a su vanidad y autosuficiencia, y siendo ella siempre tolerante y generosa en sumo grado hacia amigos y enemigos, es claro que HPB aceptó su arrepentimiento y declaraciones, y una vez más le dio su poderosa protección.

Ella retiró su autorización de los cambios propuestos, mitigó los sentimientos personales que habían surgido entre los partisanos de Olcott y aquellos que se oponían a su gobierno, y dejó en sus manos que hiciera los cambios necesarios. Este es el secreto de las diferentes Notas en el Suplemento del Theosophist de mayo de 1885, respecto a la formación de un ‘Comité Ejecutivo' la ‘Notificación Especial' y las ‘Órdenes Especiales de 1885.' Igualmente los esfuerzos de Olcott para que Hodgson adoptara una actitud más imparcial si no amigable hacia los Teósofos.
. . .
Pero conociendo bien las virtudes y defectos de su colega, HPB no abrigaba muchas ilusiones respecto al resultado final. Ella conocía la autoestima de Olcott, sus dudas, envidias y sospechas; conocía perfectamente las ambiciones personales, las rivalidades y las animosidades que abundaban en el cuartel general.”
(The Thosophical Movement, 1875-1925, p.94-96)



11 de febrero de 1885
Olcott viaja a Rangún

El 11 de febrero el coronel Olcott partió de nuevo de Adyar con destino a Rangún, llegando ahí el día 19. (Diarios)



23 de febrero de 1885
Dâmodar parte al Tibet

Dâmodar partió rumbo al Tibet el 23 de febrero.

Estando en Birmania el 27 de febrero, el coronel Olcott le escribió a Francesa Arundale en Londres, que debido a la incertidumbre de la salud de HPB, ‘ella casi ha dejado de ser un factor en el movimiento, y ya se ha comenzado una activa correspondencia entre los Oakley, Hartmann, Lane-Fox y yo mismo, para proponer cambios en la organización en caso de que ocurra la temida calamidad'.
(Ransom, p.219)

Y quien, podíamos preguntarnos:

¿Quién había producido ese estado de cosas?

¿Quién desencadenó las sospechas y las dudas de los orgullosos profesores de Cambridge y dirigentes de la S.P .R., jugando con su Buddha sobre ruedas y haciendo un discurso no solicitado que hizo que enviaran a su representante Hodgson, cuyo Reporte amañado destruyó la reputación de HPB?

¿Quién evitó que HPB se defendiera en una Corte de Justicia para lavar su nombre ante las malévolas acusaciones de sus enemigos?

Esta carta pone de relieve la miopía e ingratitud del chela Olcott hacia su Maestra. Él seguía viajado mientras que su Maestra moría y Adyar era presa de los ambiciosos.



Complots en Adyar

El 6 de marzo el coronel Olcott recibió un telegrama en que se le decía que regresara de inmediato, ya que las cosas en Adyar estaban en una situación difícil.

El 14 de marzo, bajo la dirección de A. O. Hume, un pequeño grupo compuesto por él mismo, S. Raghunath Row, T. Subba Row, y otros, se reunieron y escribieron una “Resolución” que comprendía una serie de cláusulas claramente contrarias a los principios de la Sociedad y subversivas respecto a la organización existente. Las sugerencias equivalían a una completa reorganización de la Sociedad de acuerdo a lineamientos científico-filosóficos, con un completo desconocimiento del coronel Olcott y de HPB.
(Zirkoff, Cronología, CW)



19 de marzo
Olcott regresa a Adyar

Al llegar al Cuartel General el día 19, el Presidente vio que el asunto era serio. No solo HPB estaba aún en una condición penosa sino que también existía una insatisfacción entre los residentes. La ausencia del Presidente y la enfermedad de HPB, que le impedía ocuparse de la administración tal como lo había hecho en ocasiones anteriores, habían culminado en una confusión de autoridades.

El señor Hume, que había estado de visita en Adyar, quería ‘salvar' a la Sociedad forzando a los Fundadores y a todos aquellos que habían expresado haber visto a los Maestros, a que dimitieran, ya que según él, todos ellos eran unos farsantes y cómplices; él proponía vender el Cuartel General y en su lugar establecer una Sociedad Teosófica Científico-Filosófico-Humanitaria. No debería hablarse de fenómenos y si ocurriera alguno, nadie debería hablar de él so pena de expulsión.
(Ransom, p.221)

El día 21 de marzo HPB renunció a su puesto de Secretaria Corresponsal de la Sociedad Teosófica dirigiendo su carta al Consejo General.




31 de marzo de 1885
A pesar de mis protestas, se me sacó precipitadamente de Adyar


HPB se embarcó con destino a Nápoles, el 31 de marzo, acompañada por Mary Flynn, Bawaji (Dharbagiri Nath), y el Dr. Franz Hartmann.

Respecto a los graves acontecimientos que se desenvolvieron en 1884 y a principios de 1885, años después HPB dijo lo siguiente en una carta que dirigió a N.D. Khandalavala:

“Es así que, mientras permanecí en Adyar, las cosas transcurrieron casi sin problemas, porque uno u otro de los Maestros estaba casi constantemente presente entre nosotros, y su espíritu siempre protegió a la Sociedad Teosófica de que la dañaran seriamente. Pero en 1884, el coronel Olcott y yo partimos hacia Europa, y cuando estábamos ausentes “descendió el rayo” Padre-Coulomb. Yo regresé [a Adyar] en noviembre [de 1884], y fui llevada muy peligrosamente enferma.

Fue durante ese tiempo y cuando el coronel Olcott estuvo ausente en Birmania, que fueron plantados por nuestros enemigos las semillas de todas las futuras luchas y rivalidades, y—permítanme que se los diga de una vez—la desintegración de la Sociedad Teosófica.

El que la Sociedad no se hubiese colapsado allí mismo por la conspiración de los Patterson-Coulomb-Hodgson, y la pusilanimidad de los principales Teósofos, debería ser una prueba suficiente de que estaba protegida. Al flaquear su convicción, los pusilánimes comenzaron a preguntar:

“¿Por qué si los Maestros son verdaderos Mahatmas, han permitido que ocurran tales cosas, y por qué no han usado sus poderes para destruir este complot o esa conspiración, o incluso éste o aquel hombre y mujer?”

Sin embargo, se ha explicado innumerables veces que ningún Adepto del Sendero de la Derecha interferirá con las justicieras operaciones del Karma. Ni siquiera el más grande de los Yogîs puede desviar el progreso del Karma o detener el resultado natural de los actos por más de un breve período, y aún en ese caso, estos resultados sólo se reafirmarían posteriormente con una fuerza hasta diez veces más grande, dado que tal es la ley oculta del karma y las Nidânas.

Si, como digo, en el momento crítico, los miembros de la Sociedad y especialmente sus dirigentes en Adyar, indos y europeos, se hubiesen mantenido juntos como un sólo hombre, firmes en su convicción de la realidad y poder de los Maestros, la Teosofía habría salido más triunfante que nunca, y ninguno de sus temores se habría realizado jamás, no obstante lo sutil y astuto de las trampas legales que se me habían tendido y cualesquiera que hubiesen sido las equivocaciones y errores que yo, su humilde representante, hubiese podido hacer en la conducción ejecutiva de los asuntos.

Pero la lealtad y el valor de las Autoridades de Adyar, [Olcott era la máxima autoridad] y de los pocos europeos que habían confiado en los Maestros, no estuvieron a la altura de las pruebas cuando éstas se presentaron. A pesar de mis protestas, se me sacó precipitadamente de Adyar. Enferma como estaba, y en verdad casi muriéndome, como dijeron los doctores, aún así me opuse, ya que habría batallado por la Teosofía en la India hasta mi último aliento, si hubiese encontrado un apoyo leal.”

(“Por Qué no Regreso a la India” escrita en abril de 1890, CW XII, p.160-162; Textos en Defensa de la Teosofía, Blavatsky Editorial, México)

El 1 de abril Dâmodar llegó a Darjiling.



11 de abril de 1885
Carta de Blavatsky a Olcott
Al abandonar a Blavatsky, la Sociedad abandonó a los Maestros

Durante su viaje en alta mar en el mes de abril, HPB recibió muchas páginas de manuscrito para la Doctrina Secreta. En su paso por Adén, HPB le envió la siguiente carta al coronel Olcott, fechada el 11 de abril:

“El Maestro me dijo de la manera más clara que si la Sociedad no me vuelve a llamar antes de 1886, Ellos se retirarán completamente de cualquier conexión con ella, lo cual significaría también la conexión con la Logia de Londres, y otras Sociedades europeas y americanas, y la rotura de toda conexión con todo miembro.

ELLOS no aprueban la ingratitud. Mira Olcott, por muy culpable que yo pueda parecer a los ojos de los tontos o incluso si quieres de los sabios. . .yo soy la única, por el momento, en plena posesión de sus doctrinas y lista para divulgar tanto como pueda.”
(Citada en: Ransom, p.226-227)

“Le decía además que no bastaba con la lealtad de palabra para reparar el daño que se había hecho; que ella había cargado sobre su propia persona con el Karma engendrado por él y por la Sociedad, y que continuaría haciéndolo, pero que al abandonarla, la Sociedad y sus lideres habían abandonado a los Maestros de los cuales ella era su Agente; que ella había tratado de ayudarlos de la mejor manera posible, pero que ella no podía evitar la cosecha que les esperaba por sus propios errores e ingratitud.”
(The Theosophical Movement, 1875-1925, p.96-97)



El Coronel Olcott
Trabaja para que la Sociedad Teosófica sea independiente de Blavatsky
Olcott abandona los supremos objetivos de los Maestros


El coronel Olcott suprimió esta carta, y en todos sus voluminosos escritos no la menciona. Esta carta fue precedida por su carta del 21 de marzo dirigida al Consejo General, en la que HPB presentó su renuncia, la cual fue aceptada. Públicamente se dijo que debido a su mala salud ella cortaba oficialmente sus relaciones con la Sociedad en la India; y la misma razón se dio de su partida.

Todo esto era cierto pero la razón profunda, la base Oculta, estaba en el abandono por parte del coronel Olcott y de sus asociados de los supremos objetivos de los Maestros. Esto lo muestra la aceptación de su renuncia; la carta del 11 de abril de 1885, citada más arriba; el reporte de una conversación con uno de los Mahatmas, que también fue suprimido por el coronel Olcott, y al que nunca se refirió, aunque parcialmente salió a la luz muchos años después; y el curso que siguió el coronel Olcott después de la renuncia y partida de HPB. Él de inmediatamente se puso activamente a trabajar para hacer que la Sociedad fuese independiente de HPB.

En el número de junio del Theosophist Olcott publicó un artículo suyo acerca de la ‘Infalibilidad,' dedicado a repudiar el concepto de que la Sociedad dependiera de los supuestos poderes o conocimiento o rango de alguien, o que tal dependencia fuese de alguna forma necesaria para el éxito y existencia de la Sociedad. Todo esto estaba dirigido a HPB y a su rango como Agente de los Maestros, que se suponía estaban por detrás del Movimiento Teosófico, y de la Sociedad Teosófica. Indirectamente era también una afirmación de su propia preeminencia como cabeza de la Sociedad, ya que los únicos documentos oficiales eran los que él emitía como Presidente Fundador.
(The Theosophical Movement, 1875-1925, p.96-97)

El 12 de abril el Consejo General de Adyar aceptó con pena la renuncia de HPB como Secretaria Corresponsal.

El 13 de abril Dâmodar partió de Darjiling rumbo al Tíbet.

El 23 de abril, HPB y sus acompañantes desembarcaron en Nápoles, hospedándose el día siguiente en el Hotel Vesubio en Torre del Greco. Franz Hartmann partió el 22 de mayo.



Junio de 1885
El Reporte Hodgson

El 29 de mayo hubo una reunión General de la S.P .R. de Londres; Hodgson dio su conclusión sumaria. El 24 de junio hubo otra reunión de la S.P .R. en la que Richard Hodgson leyó su Informe sobre los fenómenos de HPB.  Charles Johnston estuvo presente y dijo que fue una “reunión espantosa.”

Es al erudito Orientalista, al Sr. Charles Johnston, al que le debemos la más brillante exposición razonada que se haya escrito sobre ese Reporte y los métodos de La Sociedad de la Investigación Psíquica de Londres. (SPR).

En 1907 el Sr. Johnston presentó una hábil y muy severa denuncia en contra de la S.P.R. en una ponencia que expuso en la Convención de la Sociedad Teosófica en América; el caso debió haberse presentado a la atención del público en general (al igual que el mismo Reporte), como un ejemplo de qué tan fácilmente puede destruirse fatalmente la reputación y el carácter de una persona y por tiempo indefinido.

En el caso de HPB, esto se habría evitado si se le hubiese permitido presentar una demanda por difamación. La evidencia en ambos lados se hubiese podido considerar adecuadamente y el caso tanto de los misioneros como de la S.P.R., habría colapsado.

En el curso de su ponencia el Sr. Johnston dijo:

El público aceptó el punto de vista del Sr. Hodgson sin cuestionarlo o examinarlo y así se ha quedado durante más de veinte años.
. . .
Era la opinión popular que la S.P.R. había investigado los fenómenos.

1.   La Sociedad (S.P.R.) de hecho nunca los investigó.
2.   Delegó el trabajo a un Comité de cinco personas.
3.   Ese Comité nunca realizó investigaciones.
4.   El Comité confió sus labores en el Sr. Hodgson.
5.   El Sr. Hodgson nunca los investigó.

De hecho él no los podía investigar ya que ocurrieron en la ciudad de Simla en 1880. El Sr. Hodgson no llegó a la India sino hasta cinco años después y entonces, basó su reporte sobre la evidencia de unos empleados despedidos, no obstante el hecho de que esos empleados no estuvieron presentes cuando ocurrieron los fenómenos.

La acusación realmente grave en contra del Reporte de la Sociedad de la Investigación Psíquica es, que ninguno de los que reportan fue testigo de los fenómenos como ellos ocurrieron. Todo este asunto está basado en rumores y conjeturas; rumores muy crédulos, y conjeturas no muy inteligentes. Ni siquiera uno de cada diez mil, de aquellos que hasta nuestros días creen que la S.P.R. ‘desenmascaró' a la señora Blavatsky, jamás leyó el Reporte.

Como el veredicto coincidía con sus prejuicios.

a)   aceptaron el punto de vista de la Sociedad (S.P.R.), que
b)   aceptó el punto de vista del Comité, que
c)   aceptó el punto de vista de su agente, quien
d)   nunca vio los fenómenos que profesaba haber investigado.

En este reporte el Sr. Hodgson se apoya mucho en la similitud de la escritura. Él le presentó a un experto, partes de cartas atribuidas a un Maestro, y algunos escritos supuestamente escritos por la señora Blavatsky.

El experto, en una contestación en cierto modo detallada, después de hacer comentarios sobre los documentos, dio como conclusión positiva que ‘la señora Blavatsky no era la que había escrito las cartas atribuidas al Maestro'.

El Sr. Hodgson DELIBERADAMENTE CORTÓ ESA PARTE DE LA CARTA DEL EXPERTO.

En otras palabras, él suprimió la única evidencia que habría sido aceptada en una Corte de Justicia porque estaba a favor de la acusada!!!

Los fenómenos producidos por la señora Blavatsky y los Maestros que trabajaban con ella, no fueron meras exhibiciones de magia; sino que eran experimentos realizados con la idea de demostrar que existían ciertas clases de Fuerza; que ciertos poderes definidos podían ser aplicados para producir resultados de un tipo definido en los mundos físico y psíquico. Cada tipo de fuerza así ilustrada ha sido desde entonces reconocida, hasta por la opinión popular como son la Telepatía, la Telekinesia, la Telegrafía sin hilos, los Rayos X, la Materia Radiante, la Energía Interatómica, etc.
(Alice Leighton Cleather, H.P. Blavatsky: Her Life and Work for Humanity, p.52-54)



La vindicación hacia Blavatsky
Vernon Harrison y el Reporte Hodgson


Recientemente se publicó el reporte completo del Dr. Vernon Harrison (Theosophical University Press, Pasadena, 1997) acerca de sus investigaciones sobre el Reporte Hodgson. Este documento vindica completamente a HPB de todos los cargos de fraude. . .restableciendo el derecho de HPB como autora, pero no de las Cartas Mahatma. De acuerdo al Dr. Harrison los únicos autores de estas cartas sólo pudieron ser los propios Maestros, sin importar cómo hayan sido producidas o recibidas.

Un segundo aspecto de esta vindicación es que HPB queda libre de todos los cargos que fueron imputados en contra de ella por los misioneros de Madrás en la intriga de los Coulomb.

Esta vindicación tiene efectos de mayor alcance, ya que sí estos cargos de fraude no se hubiesen asestado en contra de HPB es muy poco probable que ella hubiese dejado Adyar al momento en que lo hizo. Cuando los cargos fueron presentados por los misioneros, HPB quería proceder a una acción legal en contra de ellos, sin embargo Olcott se opuso a esto, considerado que no era conveniente, lo cual apoyó el Concejo General.

Además, parece ser que algunos miembros del Concejo General eran hostiles a HPB, y no hicieron nada por apoyarla; ya que deseaban, por razones que sólo ellos sabían, que ella dejase Adyar.

No sabemos a que presiones estuvo sujeta HPB pero sí sabemos que al irse se le pidió que renunciara a sus derechos sobre el inmueble de Adyar y a sus derechos como propietaria de la Revista The Theosophist que ella había fundado.

Estos requerimientos indican que su partida no iba a ser temporal. Se ha afirmado que su salud fue la razón de su regreso a Europa; lo cual pudo haber sido uno de los factores de su viaje, sin embargo habiéndose restablecido su salud podría haber vuelto a Adyar. Sin embargo, tal como estaban las cosas, ella sintió que era totalmente imposible regresar. De hecho fue ‘echada fuera' de Adyar.

Era imposible que aquellos que se quedaron en Adyar pudiesen prever las consecuencias de su partida, y no se percataron que significaba la ruptura de la liga magnética entre los Maestros y Adyar. No quedó nadie allí que pudiese actuar asumiendo las funciones de HPB. Dâmodar había recibido algo de entrenamiento y hubiese podido hasta un cierto punto asumir parte de esa función, pero él ya se había ido al Tíbet.

No se ha comprendido o aceptado realmente que HPB era de hecho el agente directo de los Maestros (ver la Carta 19 de las Cartas de los Maestros de la Sabiduría, 1ª Serie).
. . .
Las consecuencias Karmicas de la renuencia de Olcott y del Concejo General para apoyar a HPB y su subsecuente partida de Adyar es algo que aún permanece. Su expulsión de Adyar le infligió una gran herida personal, y fue una injusticia a la luz de su inocencia (que ahora ha sido plenamente probada).

Todo Consejo General que a través de los años haya descuidado rectificar la posición o incluso reconocer lo que ocurrió, y no haya tomado ninguna clase de medidas para rectificar la situación, ha transmitido las consecuencias karmicas de la acción del Consejo original a sus sucesores hasta el tiempo actual.

Esto es algo que debe de reconocerse al considerar las acciones que deban tomarse para asegurar la adecuada continuidad de la Sociedad [Adyar].
(Geoffrey Farthing, Suplemento 1997 al Manifiesto 1996, Blavatsky Editorial México, 1996, p.5-6)



Junio de 1885
Olcott continúa dudando de Blavatsky


El 1 de junio de 1885, Olcott le escribió otra carta a Francesca Arundale, diciéndole que él dudaba ‘si ella [HPB] sería capaz de hacer algo de aquí en adelante. Debemos considerarla como nuestra pensionada y ver que sea tratada amablemente.'

El coronel Olcott estaba convencido de que ‘manteniendo a HPB fuera de la vista por el momento', y luchando en contra de [lo que él creía eran] las ‘verdaderas causas de la crisis,' él podría ser capaz de volver a ganar la confianza del público, ya que su vindicación personal según él había sido casi lograda con la vindicación general de nuestra plataforma, sin tener que entrar en detalles respecto a su carácter personal'.
(Ransom, p.219)

Esta carta muestra una vez más que Olcott dudaba del carácter personal de HPB.



Julio de 1885
Blavatsky en Torre del Greco y Würzburg

Durante el mes de julio, HPB permaneció en Torre del Greco, escribiendo la Segunda Parte de Desde las Cavernas y Junglas del Indostán, dejando Italia a finales de julio dirigiéndose a Würzburg Alemania; en su trayecto pasó por Roma y Verona y junto con la señorita Flynn y Bawaji permaneció en Roma ocho días, alojándose en el Hotel Anglo-Americano. Bawaji fue al Fuerte de Sant'Angelo y permaneció más de una hora en el “hoyo” donde se supone que Cagliostro estuvo confinado. De Roma viajaron a Suiza y de allí a Würzburg.

El 12 de octubre, el señor Sinnett escribió una Carta a la revista “Light”, protestando por la acción de la S.P.R.



13 de octubre de 1885
En la India ninguna palabra sobre Blavatsky


“El 13 de octubre el coronel Olcott escribió que en Calcuta y Benarés no ha habido ‘ni una sola palabra en ningún lugar acerca de los fenómenos de HPB. Esto es simplemente porque todo mundo parece estar de acuerdo en hacer a un lado por el momento toda la cuestión de la autenticidad de los fenómenos, y ver los verdaderos e innegables méritos del movimiento como un fenómeno sociológico y un factor evolutivo.' Carta de Olcott a F. Arundale, 1885, The Theosophist, 1932)”
(Ransom, p.119)

El 21 de octubre el coronel Olcott le escribió una carta a HPB en la que dice que Subba Row amenazaba con renunciar a la Sociedad Teosófica y llevarse con él a varios otros si HPB no desistía en seguir luchando en contra de los cargos hechos por los Coulomb y los misioneros cristianos.

A principios de diciembre la Condesa C. Wachtmeister llegó a Würzburg, para acompañar a HPB, mientras esta última escribía la Doctrina Secreta.

En diciembre se publicó el Informe Oficial de la S.P.R. (el segundo) de 200 páginas sobre HPB y los fenómenos como parte de las Memorias de la S.P.R.

El 31 de diciembre, HPB recibió el Informe de la S.P.R. de manos del Prof. Sellin “en la noche del Año Viejo”.



Chakravarti en Adyar


El día 27 de diciembre en la Convención Anual de Adyar, el coronel Olcott sugirió la formación de una Biblioteca Oriental.”
(Zirkoff, CW, VI, p. xlv)

Durante la reunión del aniversario de los 10 años de la Sociedad Teosófica, el 28 de diciembre, el salón de Adyar estaba atestado de gente. G.N. Chakravarti dio la conferencia del día. En su alocución, el Presidente pasó revista a los diez años anteriores, pero prácticamente no dijo nada de la parte que había tenido HPB en el maravilloso desarrollo de esos diez años.
. . .
La Convención expresó su gran dolor por el deseo del Presidente de retirarse a la vida privada, debido a que algunos cuestionaban su competencia, sin embargo la Convención le pidió que continuara con sus invaluables servicios por la Sociedad hasta el fin.”
(Ransom, p.229)

Convención de Adyar de 1885. En el centró está Olcott, a su derecha se encuentra Subba Row y a su izquierda arriba se percibe a Leadbeater.




1 de enero de 1886
La Biblioteca de Adyar

Uno de los esfuerzos del coronel Olcott que ha perdurado hasta nuestros días, fue la creación de una importante Biblioteca en Adyar, la cual contiene en la actualidad un importante acervo de manuscritos sánscritos. El 1 de enero de 1886, el coronel Olcott puso la primera piedra de esta Biblioteca Sanskrita y Museo de Adyar. Según él mismo narra en sus Viejas Hojas del Diario:

“La idea original había sido erigir un kiosco separado en donde estuviesen los cuadros de los dos Mahatmas patrones, que había pintado Schmiechen en Londres, pero a medida que procedió la construcción de la Biblioteca y la Sala de Convenciones, se hizo evidente que sería mejor en todos respectos acomodarlos en un anexo especial en la Biblioteca, lo cual así se hizo.”
(Viejas Hojas del Diario, III, p.385)

El coronel Olcott junto con un grupo de lideres de diferentes religiones durante la inaguración de la Bibliotecxa de Adyar.


A principios de enero HPB le escribió una carta al Dr. Franz Hartmann, diciéndole en dónde se encontraba Dâmodar. Fue también en esta época cuando el Dr. W. Hübbe-Schleiden recibió los dos importantes certificados de los Maestros K.H. y M. respecto a la autoría de la Doctrina Secreta.

El 14 de enero, HPB escribió una protesta en contra del Informe de la S.P.R., la cual se publicó posteriormente en un panfleto de Sinnett: “El Mundo Oculto” Fenómenos y la Sociedad para la Investigación Psíquica, Londres: Georges Redway, 1886.





Blavatsky señala que:
"Fui enviada a América con un propósito"


El 3 de abril HPB le escribió una importante carta al Dr. F. Hartmann en la que dice:

“Fui enviada a América con un propósito y a la Granja de los Eddy. Allí me encontré a Olcott enamorado de los espíritus, así como posteriormente se enamoró de los Maestros. Se me ordenó que le hiciera saber que los fenómenos espirituales sin la filosofía del Ocultismo eran peligrosos y engañosos.

Le probé que todo lo que los médiums podían hacer a través de los espíritus otros podían hacerlo a voluntad sin necesidad de ningún espíritu; que las campanas y la lectura del pensamiento, los toquidos y los fenómenos físicos, podían ser logrados por cualquiera que tuviese la facultad de actuar en su cuerpo físico a través de los órganos de su cuerpo astral; y yo tuve esa facultad desde que tenía cuatro años de edad, tal como toda mi familia sabe.

Yo podía hacer que los muebles se movieran y hacer que aparentemente volaran los objetos, permaneciendo invisibles mis brazos astrales que los sostenían, todo esto incluso antes de que conociera a los Maestros. Pues bien, le dije toda la verdad. Le dije que había conocido a Adeptos, a los ‘Hermanos,' no solo en la India y más allá de Ladakh, sino en Egipto y Siria—ya que hasta nuestros días hay ‘Hermanos' ahí. El nombre de Mahâtmas no era ni siquiera conocido en ese tiempo, puesto que solo son llamados así en la India.

Ya sea que se les llame Rosacruces, Kabalistas, o Yogîs—los Adeptos son Adeptos en todas partes—callados, reservados, retraídos, y que nunca se revelarán a nadie completamente, a menos de que alguien haga lo que yo hice—pasar diez y siete años de probación y dar pruebas de absoluta devoción, y que él o ella se mantenga callado incluso ante la posibilidad y amenaza de muerte. Yo cumplí con los requerimientos y soy lo que soy; y esto no me lo puede quitar ningún Hodgson, ningunos Coulomb, ningún Sellin.

Todo lo que se me permitió decir fue—la verdad: Que más allá de los Himâlayas hay un núcleo de Adeptos, de varias nacionalidades; y el Teshu Lama los conoce, y ellos actúan juntos, y algunos están con él y sin embargo permanecen desconocidos en su verdadero carácter incluso para los lamas común y corrientes—la mayoría de los cuales son unos inocentes ignorantes. Mi Maestro y K.H. y varios otros que conozco personalmente están allí, y van y vienen, y todos ellos están en comunicación con Adeptos en Egipto y Siria, e incluso en Europa.
. . .
Pues bien, en Nueva York Olcott y Judge ya se habían vuelto locos por estas cosas; pero las mantuvieron bastante bien en secreto entonces. Cuando fuimos a la India, sus nombres nunca fueron pronunciados en Londres, o en el camino.
. . .
Cuando llegamos, y el Maestro vino corporalmente a Bombay, y nos hizo una visita en Girgum, y varias personas lo vieron, Wimbridge entre otros—Olcott se volvió loco. ¡Se portaba como la burra de Balaam cuando vio al ángel! Luego vino Dâmodar, Servai y varios otros fanáticos, que comenzaron a llamarlos ‘Mahatmas', y poco a poco, los Adeptos fueron transformados en Dioses sobre la tierra. Comenzaron a rezarles y a hacerles puja y día con día se fueron haciendo más legendarios y milagrosos.
. . .
Los ‘Maestros' tal como todos pensaron, debe de ser omniscientes, omnipresentes, omnipotentes. Si un hindú o un parsi suspiraban por un hijo, o un puesto en el Gobierno, o tenía problemas, y los Mahatmas nunca le daban signos de vida—el buen y devoto parsi, el devoto hindú, se sentía tratado injustamente. ¿Si los Maestros lo sabían todo; por qué no ayudaban a su devoto? Si se cometía un error o una tontería en la Sociedad.

¿Como podían los Maestros permitir que yo lo hiciera o que Olcott lo hiciera?

Se nos preguntaba con sorpresa. Nunca cruzó por sus mentes la idea de que los Maestros eran hombres mortales, limitados incluso en sus grandes poderes, aunque ellos mismos escribieron esto repetidamente.
. . .
¿Será esto culpa de Olcott?

Quizás hasta cierto punto. ¿Será mi culpa?

Yo absolutamente lo niego, y protesto ante tal acusación. No es culpa de nadie. En el fondo de todo solo está la naturaleza humana, y el fracaso de la sociedad y de las religiones modernas para proporcionarle a la gente, algo más elevado y noble que la sed por el dinero y los honores.

Coloca por un lado este fracaso, y el mal y los estragos que ha producido en el cerebro de la gente el espiritualismo moderno, y habrás resuelto el enigma. Hasta este día Olcott es sincero, fiel y devoto por la causa.

Él hace y actúa lo mejor que puede, y los errores y los absurdos que él ha cometido, y que comete hasta este día, se deben a algo que carece en la porción psicológica de su cerebro, y él no es responsable de esto. Cargado y pesado es su Karma, pobre hombre, pero se le debe perdonar mucho, porque siempre se ha equivocado por falta de un correcto discernimiento, no por una mala propensión. Olcott es completamente honesto.”
(Cartas de HPB para el Dr. Hartmann, Carta VI, 3 de abril de 1886. The Path, Vol. X, marzo de 1896, p.368-373)




5 de mayo de 1886
Subba Row en un estado mental hosti contra Blavatsky


El 5 de mayo el coronel Olcott regresó a Adyar después de un viaje a Ceilán. Tuvo una larga plática el 6 de mayo con Subba Row, el cual se encontraba en un estado mental hostil hacia HPB y objetaba que ella volviera a la India.

Alrededor del 8 de mayo, HPB dejó Würzburg por Ostende, enviando antes de partir una parte del manuscrito de la Doctrina Secreta a Adyar. Viajó acompañada por la señorita Kislingbury; la Condesa Wachtmeister con Marie Gebhard se fueron a visitar al Dr. Franz Hartmann a Kempten, Austria. Habiendo llegado a Colonia, HPB fue persuadida por el señor Gebhard de ir a Elberfeld a visitarlos.



Julio de 1886
Blavatsky en Ostende

El 8 de julio HPB dejó Eberfeld trasladándose a Ostende, con su hermana Vera P. de Zhelihovhsky y su sobrina Vera, viajando vía Bruselas. Al llegar a Ostende se alojaron en Villa Nova, No. 10 Boulevard Van Isgham.

El 7 de septiembre el coronel Olcott llevó Isis Develada como primer libro, a la recientemente construida Biblioteca de Adyar.

El 23 de septiembre apareció un pronunciamiento escrito por Arthur Gebhard y Mohini M. Chatterji en Londres en contra de lo que ellos consideraban “el gobierno autocrático del coronel Olcott” bajo el título “Unas cuantas Palabras acerca de la Organización Teosófica”.

Este artículo fue rebatido por HPB el 3 de octubre de ese mismo año, con un escrito intitulado “El Programa Original de la Sociedad Teosófica” en el cual ella defiende con vigor al coronel Olcott. Este manuscrito nunca fue publicado en su época, y fue encontrado en el siglo veinte en los archivos de Adyar.
(Ver Collected Writtings, VII, 135-171 y en castellano “Manuscrito del Programa Original de la Sociedad Teosófica”, Âtma Vidyâ, No. 6, p.14-18)



Octubre de 1886
Formación de la Sección Americana

En 1884 a sugerencia de William Judge, se formó una Junta de Control para el gobierno del movimiento teosófico en los Estados Unidos, la cual operó hasta el verano de 1886. El coronel Olcott designó al señor Elliott Coues como jefe de dicha Junta.

Sin embargo Coues resultó ser un espía y enemigo de la Teosofía, que se había infiltrado en la Sociedad Teosófica para obtener poder, y que creó serios problemas. Unos cuantos años después llevó a cabo uno de los peores ataques en contra de HPB. William Judge tuvo que recurrir a HPB para que lo ayudara a persuadir al coronel Olcott de disolver la Junta de Control y substituirla por una Sección Americana. “En octubre de 1886 la Junta de Control se reunió en Cincinnati, en donde asistieron delegados de todas las logias americanas, organizándose la Sección Americana.”
(The Theosophical Movement, 1875-1925, p.107-108)

“La nueva Sección se organizó de manera democrática, completamente independiente del poder de Adyar.”
(Ibid. p.135-136)



Subba Row se rehúsa a trabajar en la Doctrina Secreta

En la primera semana de diciembre parece haber llegado a Adyar el manuscrito del Vol. I de la Doctrina Secreta.  Subba Row se rehusó a trabajar en él. Durante la Convención Anual de diciembre, Olcott inauguró la Biblioteca de Adyar “dedicándola al servicio de la humanidad.”


Enero a octubre de 1887
Gira del coronel Olcott por Ceilán y la India

El 22 de enero, el coronel Olcott se embarcó con destino a Ceilán. El 25 de febrero comenzó una prolongada gira de trabajo por la India Occidental y las Provincias del Norte que durará hasta el mes de octubre.



Marzo de 1887
Blavatsky se encuentra mortalmente enferma en Ostende

“Hacia la última semana de marzo, HPB se encontraba gravemente enferma en Ostende. Presentaba una infección de los riñones y un estado de aletargamiento; estuvo inconsciente por horas. El Dr. Ashton Elis vino a atenderla desde Londres; también la señora Marie Gebhard. El Maestro llegó y le dio a escoger a HPB entre morir o terminar la Doctrina Secreta. La previene de que tendrá que enfrentarse a problemas en Londres.”
(Boris de Zirkoff, CW, Cronología)




Mayo de 1887
BLAVATSKY COMIENZA UN NUEVO MOVIMIENTO EN OCCIDENTE


HPB se trasladó a Londres el 1 de mayo residiendo en la casa de Mabel Collins en Maycot, Crownhill, Upper Norwood, Londres, mudándose a principios de septiembre a Lansdowne Road, No. 17, Holland Park.

El 15 de septiembre salió a la luz el primer número de la revista Lucifer, descrito en la portada como: Una Revista Teosófica diseñada para “sacar a la luz las cosas ocultas de las tinieblas”.

Inicialmente los nombres de HPB y Mabel Collins aparecieron como coeditoras. Ya que el Movimiento Teosófico en Adyar había prácticamente fracasado, por la falta de lealtad del coronel Olcott y de las gentes que lo rodeaban, HPB, estando en Inglaterra, por órdenes de su Maestro, y con el apoyo de varios jóvenes teósofos ingleses, se propuso reconstruir el Movimiento, tal como lo expresa en un párrafo de su carta a Khandalavala, “Por Qué no Regreso a la India”:

“Actuando bajo las órdenes del Maestro comencé un nuevo movimiento en Occidente de acuerdo a las líneas originales; fundé Lucifer y la Logia que lleva mi nombre.”

Este hecho ha sido pasado por alto por muchos escritores Teosóficos, sin embargo es de vital importancia para entender lo que ocurrió después de la muerte de Blavatsky, y que tiene repercusiones hasta nuestros días. La Sociedad Adyar había sido abandonada por los Maestros tal como el propio Maestro K.H. lo expresa en su Memorando a HPB:

“Porque la Sociedad se ha liberado de nuestras manos e influencia y hemos tenido que dejarla ir—nosotros no hacemos esclavos renuentes. Él, [Olcott] dice ¿qué la ha salvado? El salvó su cuerpo pero permitió que por puro miedo. . .se le escapara su alma, y ahora es un cadáver sin alma, una máquina que hasta ahora funciona bien, pero que se hará pedazos cuando él se vaya. De los tres objetos sólo el segundo es atendido, pero ya no es ni una hermandad, ni un cuerpo sobre cuya faz anide el Espíritu desde más allá de la Gran Cordillera.”
(Carta 47, Letters from the Masters of the Wisdom, I. Negritas del editor)



18 de mayo de 1887
William Judge le sugiere a Blavatsky la formación de
La Sección Esotérica

El 18 de mayo de 1887, William Judge le sugirió a HPB la formación de la Sección Esotérica. A finales del otoño o principios del invierno de 1887, Judge fue a Londres a petición de HPB en relación a los planes para la formación de la Sección Esotérica.
(Alice L. Cleather, en Theosophy, Vol. XI, junio, 1896, p.83; citado en CW, VIII, p. xxiii)



Verano de 1887
Olcott protesta por el establecimiento de la revista Lucifer

En el verano de 1887, poco después de que HPB se hubiese trasladado a Londres, el coronel Olcott dice que durante su gira: “Estando en Chupra (India), entre las cartas que recibí del extranjero me llegó una de HPB que me causó mucho dolor. Ella había aceptado comenzar una nueva revista con capital que habían subscrito sus amigos de Londres, mientras que ella era aún editora y propietaria de la mitad del Theosophist—un procedimiento de lo más inusual y con muy poca visión de negocios.

Además de otras causas, entre las que estaba que sus amigos ingleses la habían persuadido de que lo hiciera, una de las razones que más la movieron para hacer esto, fue que Cooper-Oakley, al que ella misma había nombrado Gerente-Editor, apoyaba a Subba Row. . .y las cartas en las que me mencionaba a Cooper-Oakley eran de lo mas acerbas, denunciándolo sin causa alguna de traición.
. . .
Desde luego protesté enérgicamente en contra de su acción sin precedentes, por querer establecer una revista rival de la competencia, que lastimaría lo más posible la circulación e influencia de nuestro antiguo órgano, en cuya portada aún aparecía su nombre. Pero fue inútil protestar; ella dijo que había tomado la determinación de tener una revista en la que pudiese decir lo que le plazca, y a su debido tiempo apareció Lucifer como su órgano personal, y yo tuve que arreglármelas lo mejor que pude sin ella.”
(Old Diary Leaves, III, p.449)


El 10 de octubre, el coronel Olcott volvió a Madrás, después de su larga gira teosófica de 262 días. A su llegada se encontró con fricciones en Adyar, causadas por Cooper-Oakley.

En noviembre el coronel Olcott publicó su libro Reglas de Oro del Buddhismo y el Catecismo Visishtâdvaita de Bhâshyâchârya.



Marzo de 1888
Olcott enfermo

Durante el mes de marzo el coronel Olcott estuvo enfermo como consecuencia de su larga gira de 262 días de 1887. Para recuperarse aceptó la invitación del General Morgan y su esposa, de descansar algunas semanas en su casa de Ootacamund. Estando allí, Olcott compró un terreno en donde posteriormente construyó una cabaña conocida como “Gulisthan” (lugar de rosas), para que sirviera de retiro a trabajadores Teosóficos cansados del clima de Madrás.



Junio de 1888
Subba Row renuncia a la Sociedad Teosófica

En el mes de junio de 1888, T. Subba Row y J.N. Cook (de la Logia de Londres) renunciaron a su membresía en la Sociedad ; esto, debido parcialmente a la protesta publicada en el The Path de Enero de 1888, acerca de los puntos de vista indos respecto a la publicación de La Doctrina Secreta.




La Sociedad Adyar se ha vuelto un cadáver sin alma 
en palabras del Maestro Kuthumi


En un memorando del Mahatma K.H. dirigido a HPB, en esta época, y cuyas notas se conservan, el Maestro habla acerca de la Sociedad Adyar, el coronel Olcott y las malas influencias con las que se había rodeado en Adyar:

“Tales son las razones de por qué él [Henry Olcott] si ocasionalmente siente a M., nunca me perciben ni me oye, o sabe algo de mí, aunque sus pensamientos discurran más de una vez sobre las escenas y las casas con las que una vez lo familiarizaste.
. . .
Ni tampoco nunca comprendió el simbolismo oculto en la presencia de mi tigre o del elefante de——. En un tiempo se hizo para impresionar su mente. El tigre, el mundo, pudo haber sido subyugado por ustedes dos, tanto como yo he domado al mío, y el elefante era su imagen mental (de Olcott), si él hubiese permanecido dentro del área que nosotros le trazamos. Pero él demostró debilidad moral, al igual que debilidad física el día en que Yakoob lo invitó a cruzar el abismo acuoso.
(Le dije lo que me preguntó Olcott que——)

¿Él quiere saber por qué?

Porque la Sociedad se ha liberado de nuestras manos e influencia y la hemos tenido que dejar ir—nosotros no hacemos esclavos renuentes. Él dice ¿qué la ha salvado?

Él salvó su cuerpo pero permitió que por puro miedo. . .se le escapara su alma, y ahora es un cadáver sin alma, una máquina que hasta ahora funciona bien, pero que se hará añicos cuando él se vaya. De los tres objetos sólo el segundo es atendido, pero ya no es ni una hermandad, ni un cuerpo sobre cuya faz anide el Espíritu desde más allá de la Gran Cordillera.

Su bondad y amor por la paz son grandes y verdaderamente Gautámicos en su espíritu; pero él ha aplicado mal esa bondad; él ha permitido que ella sostenga y beneficie a un objeto indigno—a un hombre cuya alma está llena de la hez que cae de otras almas de gentes malas, cuyo pus exuda de las heridas de otra gente.

El dar honores a un mal hombre es como darle una bebida fuerte al que tiene fiebre. El pan que él (Cooper-Oakley) comió, el techo que le dio abrigo, los pequeños ‘honores de la Sociedad ' que le fueron prodigados por alguien a quien él trató de destruir desde el mismo día en que entró en Adyar, fueron todos tomados por Henry de otro hombre—quienquiera que hubiese sido—que merecía todo esto, pero para el cual no había quedado espacio cerca de Olcott.

Este es su pecado (el de Olcott). Ningún daño debe hacérsele incluso al miserable al que la gratitud no logra atarlo; pero no debe permitírsele que reclame la verdad y el honor, y darle medios para llevar a cabo su inmunda conspiración, una vez que a los ojos de Henry estaba confeso— ‘disfrazado burdamente en musgo.' Desde nuestro punto de vista no hay un peor crimen que la ingratitud y la injusticia; y el ver a alguien que las sufre sin protestar, es lo mismo que ver en él a un cómplice pasivo.

Esta política ha hecho más daño al espíritu de la Sociedad y a su crecimiento que lo que hubiesen podido hacer varios Coulomb. Porque al permitir que permanezca en el Cuartel General alguien que por cuatro años nunca escribió una carta a un teósofo sin incluir en ella una palabra mordaz en contra del Presidente Fundador o de su Cofundadora, Henry sancionó sus calumnias.

He aquí, pensaron los franceses, los americanos y los alemanes que recibían semejantes cartas—he aquí lo que escribe uno de los dirigentes de la Sociedad Teosófica. Sin duda H.S.O. [Olcott] solamente permanece ahora porque fue electo de por vida y HPB fue exactamente echada a patadas de Adyar.

¿Dónde está ella ahora?

Su nombre difícilmente se menciona, ella ha sido olvidada y se ha ido, y se nos dice que los ‘Maestros' están en correspondencia directa con C.O. [Cooper Oakley] —y que su verdadero delegado está ahora en Madrás y es S.R. [Subba Row] etc. Hay un extraño Karma, añadió el Maestro sonriendo. Henry temía romper con C.O. [Cooper Oakley] por no perder a S.R. [Subba Row] y a N.C. [Neild Cook); y ahora él ha perdido a N.C. y a S.R. y está forzado a tener a C.O. ¿Quien de los dos es el genio malo principal?”
(Letters of the Masters of the Wisdom, I, Carta No. 47, pp.100-103)


Debe tenerse en cuenta que Subba Row, había perdido su conexión con su Maestro por lo menos dos años antes.
(Ver Carta de HPB a William Judge del 5 de junio de 1888.)
http://blavatskyarchives.com/hpbwqj6588.htm



Agosto de 1888
Olcott se opone a la formación de la Sección Esotérica

El coronel Olcott se embarcó para Europa el 4 de agosto de 1888, con el objeto de discutir con HPB la idea que ella tenía de organizar una Sección Esotérica. Olcott se oponía rotundamente a este plan.



22 de agosto de 1888
Carta del Maestro Kuthumi para Olcott


El 22 de agosto el coronel Olcott recibió una importante carta del Mahatma K.H. a bordo del SS Shannon un día antes de llegar a Brindisi Italia. Todo parece indicar que antes de la recepción de esta importante Carta del Maestro, HPB le había insinuado a Olcott, que ella podría formar una Sociedad Teosófica completamente independiente en Europa, si el insistía en sus objeciones para que se formara la Sección Esotérica.

A continuación presentamos extractos de esa larga carta:

“Por otro lado, al aproximarte a Londres tengo una o dos cosas que decirte. Tu impresionabilidad es tan cambiante que no debo depender completamente de ella en este momento crítico. Desde luego, tú sabes que se ha hecho que las cosas se concentren a tal grado para que necesitaras realizar este viaje, y que la inspiración te llegó desde afuera para que lo hicieras y para que los Consejeros te lo permitieran.

Controla lo más que puedas tus sentimientos a fin de que puedas hacer lo adecuado en este embrollo occidental. Observa tus primeras impresiones. Los errores que haces surgen por descuidar hacer esto. No dejes que afecten tus acciones tus predilecciones personales, afectos, sospechas o antipatías.

Los malentendidos entre los Miembros en Londres y en París, han crecido a tal grado, que ponen en peligro los intereses del movimiento. Se te dirá que la que origina la mayor parte de los disturbios si no es que todos es HPB. Pero esto no es así; aunque su presencia en Inglaterra tiene, desde luego, una parte en ellos. Pero la mayor parte está en otros, cuya serena inconsciencia de sus propios defectos es muy marcada y muy de lamentar.

Uno de los efectos más valiosos de la misión de Upâsikâ es que ella conduce a la gente al estudio de sí mismos y destruye en ellos el ciego servilismo hacia las personas. Por ejemplo, observa tu propio caso. Pero tu rebeldía, mi buen amigo, en contra de su infalibilidad—tal como lo pensaste alguna vez—ha ido demasiado lejos y has sido injusto son ella, por lo que, me da pena el decirlo, tendrás que sufrir de aquí en adelante junto con otros. Justo ahora, estando en la cubierta, tus pensamientos acerca de ella eran negros y pecaminosos, así que me parece muy adecuado este momento para ponerte en guardia.

Cuando descubras tales sentimientos, trata de eliminarlos por medio de una amable persuasión y un llamado a tus sentimientos de lealtad por la Causa de la verdad si no es que a nosotros. Haz que toda esta gente sienta que nosotros no tenemos favoritos, ni tampoco afecto por las personas, sino sólo por sus buenas acciones y por la humanidad como un todo. Pero nosotros empleamos agentes—los mejor disponibles. De estos, durante los pasados treinta años el principal ha sido la personalidad conocida por el mundo como HPB (pero de otra manera por nosotros).

Sin duda para algunos resulta ser imperfecta y muy incómoda, sin embargo, no existe la posibilidad de que encontremos una mejor durante muchos años en el futuro—deberías hacer que tus teósofos entiendan esto. Desde 1885 no he escrito ni he hecho que se escriba salvo a través de su acción, directa o remota, ni una carta o línea a nadie en Europa o en América, ni tampoco me he comunicado con o a través de un tercero oralmente.

Posteriormente comprenderás el significado de esta declaración, así que tenla presente. Siendo constante su fidelidad a nuestro trabajo, y habiéndole llegado sus sufrimientos a través de él, ni yo ni ninguno de mis Hermanos asociados no la abandonaremos o la suplantaremos. Tal como una vez antes hice la observación, la ingratitud no está entre nuestros vicios.

Contigo nuestras relaciones son directas, y lo han sido con las raras excepciones que tú conoces, como la actual, en el plano psíquico, y así continuarán por la fuerza de las circunstancias. Que ellas sean tan raras—es tu propia culpa tal como te dije en mi última carta.

Para ayudarte en tu actual perplejidad: HPB no tiene ninguna incumbencia en los detalles administrativos, y debe de estar fuera de ellos, en la medida en que pueda ser controlada su fuerte naturaleza. Pero esto se lo debes de decir a todos:

Ella tiene todo que ver con los asuntos ocultos. No la hemos abandonado; no se la hemos ‘dado a los chelas'. Ella es nuestra agente directa, te prevengo para que no permitas que tus sospechas y resentimientos en contra de sus ‘muchas tonterías' preenjuicien tu lealtad intuitiva hacia ella.

En el ajuste de estos asuntos europeos, tendrás que considerar dos cosas—lo externo y administrativo, y lo interno y psíquico. Mantén lo primero mancomunadamente bajo tu control y el de tus más prudentes asociados; déjale lo segundo a ella.

Está en tus manos el que idees los detalles prácticos con tu usual ingenio. Sólo que se cuidadoso, te digo, en discriminar cuando alguna interferencia emergente de ella en los asuntos prácticos te sea referida para apelación, entre aquello que es meramente exotérico en su origen y efectos, y eso que comenzando en lo práctico tiende a engendrar consecuencias en el plano espiritual. En cuanto a lo primero tú eres el mejor juez, pero respecto a lo segundo, ella lo es.

También he notado tus pensamientos respecto a la ‘Doctrina Secreta'. Puedes estar seguro de que lo que ella no ha anotado a partir de obras científicas y otras obras, nosotros se lo hemos dado o sugerido.

Todo error o noción errónea, que ella ha corregido y explicado de las obras de otros teósofos, fue corregido por mí, o bajo mi instrucción. Es una obra más valiosa que su predecesora, un epítome de verdades ocultas que la hará una fuente de información e instrucción para el estudiante diligente por muchos años en el futuro.
. . .
Ha habido pruebas dolorosas en el pasado, te esperan otras en el futuro. Que la fe y el valor que te han sostenido hasta ahora perduren hasta el final.

Mejor no menciones por el momento esta carta a nadie—ni siquiera a HPB a menos de que ella misma te hable de ella. Hay tiempo suficiente para cuando veas que surja la ocasión. Se te ha dado meramente como una advertencia y una guía; a los demás, sólo como una advertencia, para que la puedas usar discretamente si fuese necesario.
K.H.

Sin embargo, prepárate para que algunos nieguen la autenticidad de la presente.”
(Letters from the Masters of the Wisdom, I, No. 19, p.44-48)

El coronel Olcott llegó a Londres a finales de agosto y fue recibido calurosamente por HPB.



Septiembre de 1888
Errores de Olcott en Francia


En marzo de 1887, F .K. Gaboriau había formado en París la revista Teosófica Le Lotus, la cual él financiaba. La revista estaba editada bajo los auspicios de HPB, que escribió un buen número de artículos importantes para esta revista.

El 19 de julio de 1887 se había formado la Rama Isis, con Dramard como Presidente, Froment, Vicepresidente y Gaboriau, Secretario. Siendo Delegados de Adyar, Thurmann y Encausse (Papus).

Desafortunadamente Dramard murió en marzo de 1888, y como Froment era muy joven e inexperto, HPB ejerciendo funciones Presidenciales, nombró a Gaboriau como Presidente de la Rama.

El 17 de septiembre de 1888 estando Olcott en París disolvió la Rama Isis, creando la Rama Hermes el 23 de septiembre, con catorce miembros, nombrando a A. Arnold como Presidente, dos Vicepresidentes dos Secretarios y a Papus como Secretario Corresponsal; dejando afuera a Gaboriau.

HPB sentía que Olcott había sido injusto con él. Después de la decisión de Olcott en París, con la que HPB no estaba de acuerdo, especialmente la inclusión de Papus como miembro dirigente de la nueva Rama, ella estuvo aún más convencida de la necesidad de llegar a un arreglo, por el que los asuntos en Europa pudiesen recibir más atención y comprensión.
(Josephine Ransom, p.249-250)

“Y dividir la Sociedad en tres Secciones: la Inda, la Europea y la Americana presididas respectivamente por Olcott, HPB, y Judge. Pero el coronel Olcott se opuso a este plan, que por el momento no se llevó a cabo.”
(Boris de Zirkoff, CW, Cronología)


En cuanto a lo que concierne a la Sección Esotérica, después de negociar con HPB, el coronel Olcott emitió una “Orden del Consejo” formando la Sección Esotérica; lo cual fue atestiguado por HPB.

El señor Sinnett no quiso participar en este trabajo. En esta época las relaciones entre HPB y Sinnett eran cada vez más tensas, especialmente a partir de la formación de la Logia Blavatsky en 1887, además, ya durante este tiempo, el señor Sinnett llevaba a cabo sesiones espiritistas a través de una médium, lo cual lo alejó cada vez más de los Maestros, y por consiguiente, de HPB

El 19 de octubre de 1888 se organizó la Sección Británica de la S.T., adoptando la Constitución preparada por Olcott, con el único voto en contra de A.P. Sinnett.

Las Logias que formaron la sección son: Blavatsky; S.T. Escocesa; Dublín; Cambridge; Glasgow. La Logia de Londres, encabezada por A.P. Sinnett permaneció fuera de la organización de la Sección Británica.

En octubre, HPB y Olcott emitieron un Memorando mancomunado en el que se afirmaban no existir desavenencia alguna entre ellos.


Fotos tomada durante ese encuentro entre Blavatsky y Olcott

H.P. Blavatsky y el Coronel Olcott


De pie: Vera Vladimirovna Jelihovsky, su esposo Charles Johnston y el Coronel Olcott.
Sentadas: Helena Petrovna Blavatsky y su hermana Vera Petrovna de Jelihovsky.
Fotos tomadas en Londres en octubre de 1888.





20 de octubre de 1888
Se publica La Doctrina Secreta


El salió de la imprenta el Primer Volumen de La Doctrina Secreta. La primera impresión de 500 ejemplares se agotó antes de la fecha de publicación. El segundo volumen apareció hacia finales del año.

El 28 de octubre de 1888, el coronel Olcott partió rumbo a la India: En ese barco viajan también Charles Johnston y su esposa Vera (hija de la hermana de HPB), Richard Harte, La Baronesa Kroumess, y E.D. Fawcett.



Noviembre de 1888
La Sección Esotérica es puesta en marcha

“En noviembre de 1888 fue puesta en marcha la Sección Esotérica.”
(William Judge, Por Órdenes del Maestro)

“En diciembre de 1888 William Judge estuvo en Dublín, de paso en su viaje a Inglaterra para conferenciar con HPB acerca de la Sección Esotérica; él la ayudó a escribir las Reglas de esa organización. El Dr. Archibald Keightley estuvo también presente en Dublín.”
(Zirkoff, CW X, p. xxvii)

El 14 de diciembre de 1888, en Londres, HPB publicó de manera privada el “Memorando Preliminar de la Sección Esotérica,” que contiene 28 páginas.
(Ver: The Esoteric Papers of Madame Blavatsky, op. cit. en donde se presenta un facsímil del memorando p.43-70)

Ese mismo 14 de diciembre de 1888, HPB emitió una orden especial designando a William Judge como su único representante de dicha Sección en América.



Diciembre de 1888
Olcott maniobra para restituirles la membrecía a
Subba Row y a Cooper-Oakley


Olcott regresó a la India al final del otoño de 1888. “En el volumen 21 del Theosophist, p.322-323 nos da sus reminiscencias de las semanas que precedieron a la Convención. Entre muchas otras cosas dice que: ‘Los Delegados de la Convención comenzaron a llegar el 24 de diciembre. El día de Navidad recibí un disparatado cablegrama de HPB, amenazándome con renunciar, ella y toda la Logia Blavatsky, si yo readmitía como miembro a Cooper-Oakley.'

El hecho es que, Olcott, teniendo el control absoluto del Consejo y de la Convención Inda, que favorecía no solo la vuelta de Subba Row sino también la de Cooper-Oakley, y otros ‘a que volvieran con nosotros'; era el que tenía todo el asunto preparado para que fuese un hecho consumado, antes de que se enterara HPB.

Fue solo el pronto y decisivo cablegrama de HPB, que Olcott recibió dos días antes de la Convención, el que desbarató su bien planeado programa. El asunto ya había ido tan lejos que no fue posible quitarlo de las deliberaciones de la Convención, pero el cablegrama de HPB, convenció una vez más a Olcott de que se había pasado de la raya.
. . .
Sin embargo en sus Viejas Hojas del Diario dice que durante esta época HPB ‘hizo un intento desesperado por causarle problemas'.”
(The Theosophical Movement, 1875-1925, p.235-236, extractos)

“En la Convención tenida en Adyar del 27 al 29 de diciembre de 1888, el coronel Olcott nombró a Judge Vicepresidente de la Sociedad Teosófica”.
(CW, X, p. xxviii)



Enero a julio de 1889
Gira de Olcott por varios paises de Asia

H.S. Olcott se embarcó rumbo a Japón el 10 de enero visitando las ciudades de Kobe, Kyoto, Osaka, Yokohama, Tokio, Hamamatsu, Nagoya, y varias ciudades más. Olcott se embarcó rumbo a Shanghai a donde llegó el 30, viajando luego a Hong Kong. De ahí se embarcó con destino a Saigón llegando ahí el 9 de junio. Desembarcó en Colombo, Ceylán el 19 de junio llegando a Adyar el 11 de julio. Olcott realizó dos visitas muy exitosas al Japón durante las cuales habló ante miles de gentes. Como resultado de su viaje fue capaz de formular Catorce Proposiciones Fundamentales como base de unión entre las diferentes escuelas buddhistas.

El coronel Olcott con monjes budistas durante su visita en Japón.

El coronel Olcott con monjes budistas durante su visita en Ceylán, y a su derecha está Sumangala y arriba se percibe a Leadbeater con Jinarajadasa siendo en ese entonces un niño.

Otra foto en Ceylán en donde se ve al coronel Olcott mostrandole un documento a un monje budista.




Adyar se muestra hostil hacia
Blavatsky

Durante los seis meses de ausencia de Olcott en el Japón, el señor Richard Harte, editor encargado del Theosophist, escribió una serie de artículos hostiles hacia HPB, y la Sección Esotérica, en los que enfatizaba el papel de Adyar como una especie de nueva Roma.

“Ante la afirmación hecha en los Estados Unidos de que la sociedad matriz existía en Nueva York, Richard Harte afirmó en el Theosophist, que ‘el Cuartel General de la Sociedad Teosófica estaba en Adyar India, y que solo había una sola Sociedad Teosófica, permitiéndoseles a las Ramas el titulo de Sociedad Teosófica solo por cortesía; que solo eran aptos para se elegidos en una Rama aquellos que la autoridad central en Adyar les había otorgado su membresía.”
(Ransom, p.261)

“En marzo de 1889 apareció en Lucifer un editorial escrito por HPB con el título “Acerca de la Pseudoteosofía” en el que aprovechando la aparición de un artículo en el London Daily News en el que se hacían comentarios acerca de la novela de Franz Hartmann ‘La Imagen Parlante de Urur' que se estaba publicando en ese año seriadamente en Lucifer.

HPB sin nombrar a nadie, examinó las contracorrientes que existían en ese momento en la Sociedad. En el número de junio de Lucifer, ella publicó el artículo ‘Es el Gato,' el cual: ‘Dedicó a aquellos miembros de la Sociedad Teosófica que les viniera el saco.' De nuevo sin nombrar a ninguna persona, se dirigió a aquellos que querían hacer de ella el ‘gato' es decir el chivo expiatorio de todos los pecados de comisión y omisión de la Sociedad y de sus miembros.
. . .
Todos estos artículos deben leerse por lo tanto, en relación a la situación que en ese entonces se estaba dando en la Sociedad, tanto interna como externamente, y como un preludio al Theosophist de junio de 1889, en donde apareció el largo artículo de casi diez páginas de Richard Harte: ‘Teosofía Aplicada’.



En la revista Theosophist se ataca el Primer Objetivo de
La Sociedad Teosófica

En ese artículo, Richard Harte ataca primeramente el Primer Objeto de la Sociedad Teosófica, diciendo que éste equivale a querer establecer el ‘Jardín del Edén'. Luego ataca a los Iniciados diciendo que:

‘Aquí y allá puede encontrarse algún miembro de la Sociedad fuera de la India que esté dispuesto a aceptar como maestros a los Iniciados Orientales ya sean antiguos o modernos; pero la mayoría prefiere pensar y teorizar por sí mismos’.

Por otro lado ‘hay ciertas teorías del Universo, a las que se les ha dado el nombre de Teosofía,' pero esas teorías presentadas por HPB son meramente el fruto de la influencia de la Sociedad Teosófica.' Y continúa diciendo que:

‘Dado que la Sociedad Teosófica como organización, no tiene ninguna opinión sobre ningún tema, es igualmente una transgresión de sus principios básicos el sostener o promulgar algún sistema especial de filosofía, como decididamente lo hace en la práctica, bajo el nombre de Teosofía’.

Y luego dice:

‘Es a partir de la Sociedad que irradia el poder dominante, es de la Sociedad que los miembros tienen que obtener su sustento y no de algún Maestro o Enseñanzas, y no a partir de ‘esfuerzos auto inducidos y auto planeados' por el aspirante individual.

‘Es solo a través de la organización' haciendo de la Sociedad el objeto primario de su devoción, y a partir de su ‘autoridad' a través de la voz de sus dirigentes—que debe estar por arriba de la conciencia y acción individuales—que es posible para el individuo lograr la ‘Teosofía Aplicada.' El éxito de todo esto está en hacer del Cuartel General de Adyar una segunda Roma, y por inferencia necesaria, al Presidente Fundador, un Papa teosófico.



El coronel Olcott quiere que Adyar se vuelva
El Nuevo “Vaticano” de la Teosofía


Y Richard Harte continúa diciendo: ‘ADYAR no es solamente un lugar, es un principio. Es un nombre que debe de llevar con él un poder mucho más grande que el que transmite el nombre de ‘Roma.' ADYAR es el centro del Movimiento Teosófico—no 7 Duke Street Adelphi' [la oficina de publicación de Lucifer] ni tampoco ‘post Office Box 2659, Nueva York’. [La dirección postal del Path]

En el mismo número de junio del Theosophist Richard Harte escribió otro artículo intitulado ‘La Situación ' en el cual afirma erróneamente que la Sección Esotérica fue establecida por instigación del coronel Olcott, lo cual es históricamente falso; trata de introducir la idea de que HPB y Olcott ocupaban la misma posición respecto a los Maestros y la Sociedad, y que las interferencias de HPB molestaban a los Maestros al igual que a Olcott.

Estos artículos del mes de junio de 1889 del Theosophist, fueron seguidos inmediatamente por un artículo titulado ‘Una Negación' publicado en el Suplemento de julio, en el cual las insinuaciones fueron aún más directas.

‘El Editor del Theosophist tiene el placer de publicar los siguientes extractos de una carta del señor Bertram Keightley, Secretario de la Sección Esotérica. . . .El señor Keightley dice. . .“que la Sección Esotérica no tiene la más mínima pretensión de ‘mandar' a la Sociedad Teosófica, o algo semejante.” Por otro lado dice que “Todos nosotros, y en primer lugar HPB, somos tan leales a la Sociedad Teosófica y a Adyar tanto como lo pueda ser el coronel.”
. . .
Es de esperarse que después de esta negación autoritativa ya no se sigan emitido más “circulares privadas” por ningún miembro de la Sección Esotérica, llamando a los miembros a oponerse a las acciones del Consejo General, solo porque la señora Blavatsky no lo aprueba.'

No puede dudarse que el señor Harte estaba siguiendo un programa preestablecido, respecto a las ideas que expuso en sus artículos antes citados, y que él estaba en constante comunicación con el coronel Olcott durante su misión buddhista en Japón. Que las ideas expresadas en estos artículos eran plenamente aprobadas por el coronel Olcott pude verse por la secuela de los acontecimientos.

Tan pronto como William Judge recibió las pruebas de imprenta de estos artículos él se apuró a contestarlos pensando que Olcott no había tenido conocimiento de ellos, y que estaría dispuesto a rectificar lo que se había dicho en ellos. Sin embargo en el número de septiembre del Theosophist, el coronel Olcott publicó un artículo que intituló ‘Centros del Movimiento Teosófico’, en el que se rehusó a imprimir completo el artículo de Judge declarando que ‘Contiene pasajes de carácter demasiado personal para que yo lo admita’.

Dice que la crítica de Judge es un ‘engaño mâyâvico' y luego cita a Judge en donde dice que el ‘Centro está en donde esté HPB; que originalmente estuvo en Nueva York, después en Bombay, luego un corto tiempo en Adyar (mientras ella estuvo ahí) —. . .porque donde ella está ¡arde la llama cuya fuerza brota del plano de las ideas! La mera ubicación del Presidente en Adyar, y la existencia de una Biblioteca allí, no hacen de ese lugar una Roma.
. . .
A lo anterior el coronel contestó que ‘él nunca ha interferido con HPB, la cual me enseñó e introdujo con mis Iniciadores, pero fui yo el que el año pasado le di su carta patente a su Sección Esotérica. [El lector se acordará como se opuso el coronel Olcott a la idea de la Sección Esotérica, y de qué manera luchó contra HPB] Entre ella y yo nunca ha habido ninguna disputa acerca de este punto. . .el coronel Olcott no movió el cuartel general a la India debido a la orden de alguien: sus órdenes provinieron de las profundidades de su propio corazón.
. . .
[Parece que ya olvidó las órdenes del Maha Sahib, y de Morya en Nueva York] Pero al hablar de infalibilidades papales y Romas, más vale que diga que fui yo el que propuso la formación de la Sociedad. [Este es el punto de vista de lo que pensaba su personalidad] Lo que el corazón es para el cuerpo, el Cuartel General es para la Sociedad Teosófica, el centro de trabajo de su acción vital. Su existencia es lo que hace de la Teosofía un ‘asunto que camina’.”
(The Teosophical Movement, 1875-1925, p.244-260, extractos)

Todos estos extractos pueden ayudar al lector a descubrir los puntos de vista que tenía el coronel Olcott, y ver como dirigían su conducta. Nos damos cuenta que el coronel Olcott tenía una idea sumamente elevada de su propia importancia, lo cual se refleja en su actitud hacia sus colegas. No cabe duda de que el coronel pasaba por otro acceso de ‘fiebre de chela’.

H.P. Blavatsky




Agosto de 1889
BLAVATSKY DISUELVE LA SOCIEDAD MATRIZ
Es totalmente absurdo decir que HPB es leal a
La Sociedad Teosófica y a Adyar

La aparición de estos artículos en la revista oficial de la Sociedad Teosófica, suscitó de inmediato una respuesta firme por parte de HPB y como acabamos de ver, de William Judge; ambos contrarios a los puntos de vista del señor Harte. A este respecto, en el número de agosto de la Revista Lucifer, HPB escribió un artículo intitulado “Un Enigma en Adyar” en el que dice lo siguiente:

“Parecería que cuando el gato no está los ratones bailan. Desde que el coronel Olcott se embarcó para Japón el Theosophist nunca ha dejado de sorprender a sus lectores europeos.
. . .
Primero. Es lógico que la S.E. [Sección Esotérica] nunca ha pretendido ‘mandar' a la S.T. [Sociedad Teosófica]: con excepción del coronel Olcott, el Presidente, la Sección Esotérica no tiene nada que ver con la Sociedad Teosófica, con su Consejo, o con sus dirigentes.

Es una sección completamente aparte del cuerpo exotérico, y es independiente de éste, siendo HPB la única responsable ante los miembros, tal como lo muestra el anuncio oficial que el mismo Presidente Fundador firmó. Por consiguiente, de lo anterior se sigue que la S.E., como organización, no le debe ninguna obediencia a la Sociedad Teosófica, como Sociedad, y menos aún a Adyar.

Segundo. Es totalmente absurdo decir que HPB. . .es leal a la Sociedad Teosófica y a (¿) Adyar (?). HPB es leal hasta la muerte a la CAUSA Teosófica y a aquellos grandes Maestros cuya filosofía es la única que puede unir a toda la Humanidad, en una Hermandad.

Junto con el coronel Olcott, ella es la principal Fundadora y Constructora de la Sociedad la cual fue y está destinada a representar esa causa; y si ella es tan leal a H.S. Olcott, no es porque él sea su “Presidente”, sino en primer lugar, porque no existe un hombre en vida que haya trabajado más duro por esa Sociedad, o que haya sido más devoto de ella que el coronel Olcott, y en segundo lugar porque ella lo considera como un leal amigo y colaborador.

Por consiguiente, el grado de sus simpatías hacia la ‘Sociedad Teosófica y Adyar' depende del grado de lealtad de esa Sociedad a la CAUSA. Si ella abandonara las líneas originales y mostrara deslealtad en sus políticas a la CAUSA y al programa original de la Sociedad Teosófica; HPB proclamando desleal a la Sociedad Teosófica se la sacudirá como al polvo de sus pies.

¿Y qué es lo que significa “lealtad a Adyar” en el nombre de todas las maravillas? ¿Qué es Adyar, aparte de la CAUSA y de los dos (y no de un sólo Fundador, por favor) que la representan? ¿Por qué no ser leales al recinto o al baño de Adyar? Adyar es el actual Cuartel General de la Sociedad, porque ese ‘Cuartel está en cualquier lugar en donde se encuentre el Presidente,' como se enuncia en las reglas. Para ser lógicos, los miembros de la S.T. tendrían que ser leales a Japón mientras el coronel Olcott estuvo allí y a Londres durante su presencia aquí.


Ya no existe más una ‘Sociedad Matriz de Origen' queda abolida y es reemplazada por un cuerpo agregado de Sociedades Teosóficas, todas autónomas, como lo son los Estados de América y todas bajo un Presidente que las encabeza, el cual, junto con H.P Blavatsky, defenderá la C ASUSA en contra de todo el mundo. . . (Negritas del editor)

Las ‘circulares privadas' de la S.E. no tienen nada que ver con el editor encargado del Theosophist, ni él tampoco tiene el derecho de inmiscuirse con ellas.

Cada vez que ‘la señora Blavatsky no apruebe una acción del Consejo General' ella lo dirá así abiertamente y directo a sus caras. Porque (a) la señora Blavatsky no le debe la más mínima obediencia a un Consejo que está sujeto en cualquier momento a emitir decretos tiránicos disparatados contrarios a la Teosofía; y (b) por la simple razón de que ella sólo reconoce una persona en la S.T. además de ella, a saber, al coronel Olcott, que tenga el derecho de efectuar una reorganización fundamental en la Sociedad, la cual le debe su vida a ellos, y por la que ambos son karmicamente responsables.

Si el editor encargado toma muy poco en cuenta un voto sagrado, no es creíble que ni el coronel Olcott ni H.P. Blavatsky lo consideren así. H.P. Blavatsky siempre se inclinará ante las decisiones de la mayoría de una Sección o incluso de una simple Rama; pero ella siempre protestará en contra de las decisiones del Consejo General, aún si estuviese compuesto de Arcángeles y Dhyânes Chohanes, si sus decisiones le parecieran a ella injustas o antiteosóficas, o no contaran con la mayoría de los Miembros.
. . .
Hemos trabajado nos hemos afanado y sufrido juntos por largos quince años, y si después de esos años de amistad mutua el Presidente Fundador fuese capaz de prestarle oído a esas locas acusaciones y se volteara en contra mía, bien—el mundo es suficientemente ancho para ambos.

Que la nueva Sociedad Teosófica Exotérica dirigida por el señor Harte, juegue a la burocracia si el Presidente se lo permite y que el Consejo General me expulse de nuevo por ‘deslealtad,' si nuevamente el coronel Olcott fuese tan ciego que no pudiese ver en donde está su ‘verdadera amiga' y en donde está su deber. Sólo que a menos de que se apresuren en hacer ésto, al primer signo de su deslealtad a la C AUSA —seré yo la que renunciará a mi puesto vitalicio de Secretaria Corresponsal y dejaré la Sociedad. Lo cual no me impedirá permanecer a la cabeza de aquellos—que me siguen.”
(H.P. Blavatsky Collected Writings, Vol. XI, p.378-384)



Blavatsky define qué es la Sociedad Matriz

El 3 de octubre de 1886 HPB había dado la siguiente definición de Sociedad Matriz: “ La Sociedad Matriz de Origen existe y existirá, como un cuerpo hasta que viva el último hombre o mujer del grupo de Teósofos (Fundadores). En cuanto a sus características morales, la Sociedad Matriz de Origen significa ese pequeño grupo de Teósofos que, ante viento y marea se mantienen inviolablemente al programa original de la Sociedad Teosófica, tal como fue establecido bajo la dirección y las órdenes de aquellos, que ellos reconocen—y que lo harán, hasta su último aliento—como los verdaderos creadores del Movimiento, sus BENDITOS M AESTROS E I NTRUCTORES VIVIENTES.
(H.P Blavatsky, “Manuscrito del Programa Original de la Sociedad Teosófica, en H.P. Blavatsky Collected Writings. Vol. VII, p.157)

El lector debe observar que para 1889, además de HPB, Olcott y W.Q. Judge, quedaban aún vivos varios de los Teósofos fundadores, pero todos salvo estos tres: o habían muerto, o habían abandonado la Teosofía. HPB como Agente de los Maestros y Fundadora principal de la Sociedad Teosófica, tenía desde luego la prerrogativa de efectuar cambios en la organización de la Sociedad, con o sin la anuencia de Olcott.

“Alrededor de la tercera semana de julio HPB publicó La Clave de la Teosofía.



Olcott, el alumno
Lucha contra Blavatsky, la maestra


Después de su visita a Europa en el otoño de 1888, todo parece indicar que el coronel Olcott recibió varias cartas de HPB, de las que él no da fecha precisa, y que él caracteriza como ‘violentas' y en contra de muchas de sus acciones. Él dice que:

“Ella critica a algunos de mis colaboradores europeos, especialmente a uno muy prominente en esa parte del movimiento, cuyas iniciales ella pone entre paréntesis seguidas de la palabra ‘Satanás,' y me pide que no deje que se pierdan los muchos años de nuestro trabajo en asociación al hacer que se fracture la Sociedad Teosófica en dos organizaciones no relacionadas, las Sociedades Teosóficas Oriental y Occidental.

En pocas palabras ella escribe como una persona loca y en el tono de una mujer histérica sobrexcitada, que lucha por su buen nombre en contra de la negra malicia del asalto Misionero-Coulomb-Hodgson, y por su vida en contra de un número de enfermedades que tres años después se la llevaron.

Sin embargo enferma del cuerpo como estaba, y trastornada de la mente como pudo haberlo estado, aún ella era un factor poderoso con el que yo tenía que tratar, y me forzó a escoger qué línea de política debería seguir.

La primera imputación en la lista de sus acusaciones en contra mía (porque desde luego, todo era mi culpa) era que había decidido en contra de su favorito en un arbitraje que yo había tenido en París, ese año, entre dos grupos opuestos entre los Teósofos franceses; y según ella me escribe:

“No fue un error, sino un crimen perpetrado por ti en contra de la Teosofía (subrayado dos veces), con pleno conocimiento de lo que X es y por miedo de Y.  Olcott, mi amigo, tu eres—pero no quiero herir tus sentimientos, y no diré lo que eres. Si no lo sientes tú y no te das cuenta de esto tu mismo, entonces todo lo que pueda decir será inútil.

En cuanto a P. [Papus] te has puesto completamente en sus manos, y has sacrificado la Teosofía, e incluso el honor de la Sociedad Teosófica por miedo a ese pequeño miserable.”
. . .
Ella ha fraguado una nueva sección, con ella misma electa como ‘Presidente,' tomando una cómoda casa, y tiene lista una placa para pintar en ella las palabras ‘Cuartel General de la S.T.’ o ‘Sociedad Teosófica Occidental’. Aparentemente sospechando que no me gustaría mucho que toda la maquinaria de la Sociedad se trastorne para gratificar sus caprichos, y recordando que en el pasado mientras más me amenazaba más necio me ponía, ella me escribió lo siguiente:

“Mira Olcott. Es muy doloroso, es de lo más doloroso para mí el tener que ponerte como los franceses dicen marché en main, y que escojas. Tú dirás de nuevo que ‘odias las amenazas’, y que ésto solo te pondrá más terco. Pero ésta no es una amenaza, sino a fait accompli (un hecho consumado). Solo te queda ratificarlo o ir en contra mía, y declararme la guerra y a mis esoteristas.

Si, reconociendo la absoluta necesidad de este paso, te sometes a la inexorable evolución de las cosas, nada cambiará. Adyar y Europa permanecerán como aliados, y, de acuerdo a todas las apariencias, esta última parecerá estar sujeta a la primera. Si no la ratificas—bien, entonces habrá dos Sociedades Teosóficas, la antigua Inda y la nueva Europea, completamente independientes una de la otra.
. . .
Te escribo con toda calma y después de haberlo reflexionado bien, ya que el hecho de que le hayas dado la Carta Patente a P. [Papus] solamente precipitó el asunto.' Este ultimátum naturalmente asustó a los ‘apacibles miembros hindúes' del Consejo Ejecutivo al paroxismo, y me obligó a hacer otra visita a Europa en 1889.”
(Olcott, Old Diary Leaves, IV, p.58-60)


Durante las escasas tres semanas que el coronel Olcott permaneció en Adyar después de su viaje al Japón, recibió el escrito de Judge y las pruebas de imprenta en avance del artículo de HPB “Un Enigma en Adyar”.

Contestó el escrito de Judge en un artículo intitulado “Centros del Movimiento Teosófico”. Sin embargo debe de haber reflexionado acerca de las implicaciones del artículo de HPB, y que ante él se presentaba una encrucijada: o bien rectificaba su actitud y se alineaba con HPB, o bien continuaría desafiando a sus dos cofundadores, alineándose con el Profesor Elliott Coues, cuyos asaltos y calumnias en contra de HPB amenazaban arruinarla a ella, y a la Sociedad Teosófica.

Olcott, como siempre, decidió seguir el camino intermedio e ir a ver a HPB y “pelear su punto de vista” directamente, anunciando en el Theosophist que tenía que cumplir con una serie de conferencias que había prometido dar en Inglaterra y partes del Reino Unido.
(Ver The Theosophical Movement, 1875-1925, p.268)

El 8 de agosto el coronel Olcott se embarcó rumbo a Europa llegando a Londres el 4 de septiembre.

A finales del mes de septiembre se publicó La Voz del Silencio.



Otoño de 1889
Olcott tiene que volver a Europa


Olcott había estado en Londres el mes de agosto de 1888, así que su visita durante el otoño de 1889, un año después de la anterior, creo muchas especulaciones. Él había recibido un telegrama pidiéndole que viniera a hacer una gira de conferencias por Gran Bretaña. Sin embargo existían razones más apremiantes para que hiciera su visita.

Olcott estaba molesto por el establecimiento de la Sección Esotérica, y con la formación de la Sección Británica. Él sentía que HPB interfería demasiado en sus asuntos ejecutivos pero concedía que no siempre percibía las razones esotéricas que esto involucraba. Todo parece indicar que HPB quería poderes Presidenciales plenos como su representante en su área. Adicionalmente como copropietaria del Theosophist Blavatsky estaba extremadamente molesta por la manera en que la revista era editada. Fue en este momento en que le dijo a Olcott que Richard Harte tenía que dejar su puesto de editor.

El 25 de diciembre de 1889, un día antes de que Olcott dejara Londres de vuelta a Colombo, HPB puso en sus manos un documento nombrándolo como su agente confidencial y único representante oficial de la Sección Esotérica en los países asiáticos.
(The Judge Case, Pelletier, Suplemento, p.347)


El 1 de octubre, el coronel Olcott hizo una corta visita a Gales, y fue a Liverpool para encontrarse con su hermana. Luego el día 12 de noviembre fue a Irlanda, a Birmingham el 29, y a Edimburgo el 30.

El 19 de diciembre, Olcott asistió a una reunión de la Logia Blavatsky, partiendo con destino a Ceilán el 26 de diciembre.

Lansdowne Road 17, Londres.
Cuartel General de la Sociedad Teosófica en Europa




1890

Olcott llegó de vuelta a Adyar el 5 de febrero de 1890.


Verano de 1890
Blavatsky con Autoridad Presidencial en Europa

A principios del verano de 1890 la Rama de París volvió a convertirse en el punto focal de un disturbio que amenazaba con fracturar la Sociedad. Mientras que HPB estaba haciendo lo más que podía por reconciliar las facciones en disputa, nuevamente intervino el coronel Olcott e hizo que surgiera una situación casi idéntica a la del otoño de 1888.

Las diferentes Logias europeas, las Ramas inglesas y varias de las Logias europeas, y los numerosos Miembros ‘sueltos' en Gran Bretaña y en el Continente, se levantaron en armas y bombardearon a HPB con cartas, resoluciones y peticiones para que resolviera la situación de una vez por todas, para que ya no hubiese más ‘Órdenes Ejecutivas' desde Adyar’.

Confrontada una vez más con un problema difícil, HPB actuó con la decisión que la caracterizaba, con franqueza, lealtad y amabilidad, llevando a cabo con gran sagacidad la tarea que parecía imposible que pudiese lograr.

El 2 de julio de 1890 el Consejo de la Sección Británica tuvo una sesión presidida por la señora Besant. En ella se leyeron las resoluciones de las diferentes Logias y Miembros sueltos, y después de una amplia discusión, ‘el Dr. Archibald Keightley propuso que se hiciera un requerimiento, dirigido al Presidente de la Sociedad Teosófica en el que se expresaran los siguientes puntos de vista:

Las Logias Continentales y los miembros sueltos habiendo hecho un llamamiento a HPB para que ellos puedan colocarse directamente bajo su autoridad, la Sección Británica se une a su demanda para que los poderes constitucionales actualmente ejercidos por el coronel Olcott en Europa, sean transferidos a HPB y a su Consejo Consultivo, el cual ya ha sido nombrado para ejercer parte de dichas funciones en el Reino Unido.

HPB cablegrafió al coronel Olcott informándole de la acción que había tomado el Consejo, de los pasos que ella proponía por su propio bien, al igual que por el de la Sociedad Teosófica, y lo urgió a que emitiera una nota oficial aceptando el statu quo, preservando así una apariencia de armonía. El Suplemento de agosto del Theosophist de 1890 contiene dos documentos eminentemente característicos, ambos firmados por H.S. Olcott P.S.T. [Presidente de la Sociedad Teosófica].

El primero de esos dice en parte lo siguiente:

Para lograr una mejor dirección de los asuntos de la Sociedad en Europa, de lo que yo puedo hacerlo debido a la distancia. Por medio de la presente delego a mi Cofundadora, H.P. Blavatsky, plena autoridad para llegar a un acuerdo con las Ramas del Reino Unido, Grecia, Francia, Austria, y Holanda y los grupos no oficiales en España, Rusia, y otros países Continentales para la consolidación de todos como una Sección, la que será designada Sección Europea de la Sociedad Teosófica; y de asumir la supervisión general sobre ella y de dirigirla plenamente tal como yo lo podría hacer.

Lo anterior fue fechado en Adyar el 9 de julio de 1890, siete días después de la reunión del Consejo de la Sección Británica, llevando el encabezado de ‘Órdenes Oficiales del Cuartel General' teniendo todo esto un sabor muy divertido, ya que ordenaba lo que ya era un hecho consumado.

Esta orden fue desde luego escrita por Olcott, a partir de la breve información telegráfica que había recibido. Pero en cuanto recibió por correo los detalles completos de las deliberaciones del Consejo de la Sección Británica, incluyendo la resolución dada más arriba, el coronel se sintió obligado a sostener la dignidad Presidencial (por cierto se fue inmediatamente con el impresor, el 29 de julio, y ordenó la destrucción de 350 ejemplares del Suplemento del Theosophist que ya se habían impreso, e insertó su Orden Presidencial (Ransom, p.270) por medio de una segunda ‘Orden Oficial del Cuartel General’ fechada el 29 de julio, y reimpresa en el Suplemento que inmediatamente siguió al primero, y que dice lo siguiente:

“Por medio de la presente se cancela. . .la resolución del Consejo de la Sección Británica del 2 de julio de 1890, ya que es contraria a la constitución y al reglamento de la Sociedad Teosófica, siendo una usurpación de las prerrogativas Presidenciales, y estando más allá de la competencia de cualquier Sección o cualquier otro fragmento de la Sociedad.”

No obstante lo anterior, el número de agosto de 1890 de Lucifer, contiene la siguiente nota enviada por HPB:



Agosto de 1890
LA SOCIEDAD TEOSÓFICA EN EUROPA

“Como resultado de la recepción de cartas de todas la Logias activas de Europa, y de una gran mayoría de los Miembros Sueltos de la Sociedad Teosófica, H.P. Blavatsky se ve renuentemente obligada a abandonar la posición que ella había adoptado originalmente en la fundación de la Sociedad.

AVISO

EN OBEDIENCIA A LA CASI VOZ UNÁNIME DE LOS MIEMBROS DE LA SOCIDAD TEOSÓFICA EN EUROPA, YO, H.P. BLAVATSKY, LA CREADORA Y COFUNDADORA DE LA SOCIEDAD TEOSÓFICA, ACEPTO EL DEBER DE EJERCER LA AUTORIDAD PRESIDENCIAL PARA TODA EUROPA; Y EN VIRTUD DE ESTA AUTORIDAD DECLARO QUE EL CUARTEL GENERAL DE LA SOCIEDAD TEOSÓFICA EN LONDRES, EN DONDE RESIDO, SERÁ EN EL FUTURO EL CUARTEL GENERAL EN DONDE SE DESPACHARÁN TODOS LOS ASUNTOS OFICIALES DE LA SOCIEDAD TEOSÓFICA EN EUROPA.

H.P. BLAVATSKY

(CW XII, p.263-64 y Echoes of the Orient, II, p.201)



Nueve meses de paz

Después de estas acciones, hubo paz y tranquilidad en el trabajo de la Sociedad Teosófica en el Occidente, durante los siguientes nueve meses. “Aquellos que tengan una visión distorsionada de las acontecimientos por haber leído los penosos relatos del coronel Olcott en las páginas de ‘ Viejas Hojas del Diario ' Cuarta Serie, deben de recordar que en esa época el coronel era un hombre viejo y agotado, que estaba narrando algo que había ocurrido hacía más de diez años, después de los fatales desatinos de los años 1894-96, y que se sentía bajo la abrumadora necesidad de ponerse a sí mismo ante la posteridad de la mejor manera posible.”
(The Theosophical Movement, 1875-1925, p.267-274)



9 de agosto de 1890
Bertram Keightley es Enviado Especial de Blavatsky a la India


“El 9 de agosto de 1890 HPB le encargó a Bertram Keightley ‘actuar como mi representante personal en la India y Ceilán en todos los asuntos relacionados con el Movimiento Teosófico'.”
(CW, XII, p.309)

“Las instrucciones que le dio Blavatsky fueron: ‘Cambiar su actitud [la de Olcott] y hacerlo que vuelva a estar en contacto con HPB y los Maestros.' Ella le reiteró esto en esa carta y en la carta que le escribió el 5 de septiembre de 1890 en la que le recuerda: ‘Haz lo que se te pide, y si lo haces bien, podrás expiar mucho'.”
(Theosophical History, Vol. 6, julio 1996, p.91)

Y sobre este mismo asunto ella le escribió lo siguiente a Judge en agosto de 1890: “Si él [Bertram Keightley] llega a tener éxito en salvar la situación en la India en donde la Teosofía está cayendo en un sueño sin sueños y en decadencia—en hora buena. Si no—él tendrá que trabajar y pagar por sus pecados.”
(Theosophical History, Vol. 6, julio 1996, p.92; The Judge Case, Pelletier, Suplemento, p.341)

“Cuando HPB envió a Bertram Keightley como su representante en la India y también para que ayudara a ‘Olcott en todo lo que necesitara y asistir a la Convención de diciembre como Delegado europeo, ella le dio una Carta Abierta que había escrito para que la llevara a la India y la leyera a los miembros y luego posiblemente entregársela posteriormente a Olcott. El mes de abril de 1890 era el quinto aniversario de la partida de HPB de la India. Su carta que desde entonces se ha publicado bajo el título: ‘Por qué no Regreso a la India’ estaba dirigida a ‘Mis Hermanos de Âryâvarta’.”
(The Judge Case, Pelletier, Suplemento, p.348)

Dada su importancia histórica, a continuación presentamos un largo extracto de esta carta, remarcando en negritas los pasajes que a nuestro juicio merecen reflexión:




1890
A mis Hermanos de Âryâvarta:
Por qué no regreso a la India


“En el mes de abril de 1890 habrán transcurrido cinco años desde que dejé la India.

Desde entonces, y en varias ocasiones he recibido grandes atenciones por parte de muchos de mis hermanos Indos; especialmente este año (1890), cuando, estando enferma casi a punto de morir, he recibido de varias Ramas Indas cartas de simpatía, en las que me aseguran que ellos no han olvidado a aquella, para quien la India y los Indos han sido, durante casi la mayor parte de su vida, mucho más queridos que su propio país.

Es por lo tanto mi deber, explicar por qué no regreso a la India y mi actitud respecto al hecho de haberle dado la vuelta a una nueva página en la historia de la Sociedad Teosófica al haber sido colocada formalmente a la cabeza del Movimiento Teosófico en Europa.

Porque no es sólo debido a la mala salud que no regreso a la India. Aquellos que me salvaron de la muerte en Adyar, y dos veces más desde entonces, fácil­men­te podrían mantenerme viva allá, como Ellos lo hacen aquí. Hay una razón mucho más grave. Se me ha trazado una línea de conducta aquí, y he encontrado entre los ingleses y americanos lo que hasta ahora busqué en vano en la India.

En Europa y América, durante los últimos tres años, me he encontrado con cientos de hombres y mujeres que tienen el valor de admitir su convicción en la existencia real de los Maestros, y que están trabajando por la Teosofía si­guiendo Sus directrices y bajo Su guía, dada a través de mi humilde persona.

En la India, por otro lado, desde mi partida, el verdadero espíritu de devoción hacia los Maestros y el valor para reconocerlos, ha disminuido constantemente.

En Adyar mismo, el incremento de las rivalidades y los conflictos ha llegado a la violencia entre personalidades; varios miembros del personal han mostrado hacia mi una animosidad totalmente fuera de lugar e inmerecida, llegando casi al odio.

Parece haber estado ocurriendo algo extraño y misterioso en Adyar, durante estos últimos años. Tan pronto como un europeo con inclinaciones de lo más Teosóficas, lo más devoto a la Causa, y amigo personal mío, o del Presidente (el coronel Olcott) pone un pie en el Cuartel General, inmediatamente se convierte en un enemigo personal de uno, o de los dos, y lo que es peor, termina lasti­­mando y abandonando la Causa.

Que se entienda de una vez que no acuso a nadie, sabiendo lo que sé de la actividad de las fuerzas de la Kali Yuga, que trabajan para obstaculizar y causar la ruina del movimiento Teosófico; por ello, aquellos que, sin que yo tuviese culpa alguna, se han convertido uno tras otro en mis enemigos, deben saber que yo no los considero así.
. . .
¡Hay! mis buenos y nunca olvidados Hermanos indos, tan sólo el nombre de los sagrados Maestros, que en un tiempo fue invocado con oraciones para sus bendiciones, de un extremo al otro de la India —sólo su nombre ha traído un vigoroso cambio hacia el bien en la tierra de ustedes—. No es al coronel Olcott o a mí misma a los que deben algo, pero en verdad a esos nombres, los cuales, sólo hace unos cuantos años, se convirtieron en una palabra familiar en sus bocas.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Es así que, mientras permanecí en Adyar, las cosas transcurrieron casi sin problemas, porque uno u otro de los Maestros estaba casi constantemente presente entre nosotros, y su espíritu siempre protegió a la Sociedad Teosófica de que la dañaran seriamente. Pero en 1884, el coronel Olcott y yo partimos hacia Europa, y cuando estábamos ausentes “descendió el rayo” Padre-Coulomb.

Yo regresé [a Adyar] en noviembre [de 1884], y fui llevada muy peligrosamente enferma. Fue durante ese tiempo y cuando el coronel Olcott estuvo ausente en Birmania, que fueron plantados por nuestros enemigos las semillas de todas las futuras luchas y rivalidades, y—permítanme que se los diga de una vez— la desintegración de la Sociedad Teosófica.

El que la Sociedad no se hubiese colapsado allí mismo por la conspiración de los Patterson-Coulomb-Hodgson, y la pusilanimidad de los principales Teósofos, debería ser prueba suficiente de que estaba protegida. Al flaquear su convicción, los pusilánimes comenzaron a preguntar:

“¿Por qué si los Maestros son verdaderos Mahâtmas, han permitido que ocurran tales cosas, y por qué no han usado sus poderes para destruir este complot o esa conspiración, o incluso éste o aquel hombre y mujer?”

Sin embargo, se ha explicado innumerables veces que ningún Adepto del Sendero de la Derecha interferirá con las justicieras operaciones del Karma. Ni siquiera el más grande de los Yogîs puede desviar el progreso del Karma o detener el resultado natural de los actos por más de un breve período, y aún en ese caso, estos resultados sólo se reafirmarían posteriormente con una fuerza hasta diez veces más grande, dado que tal es la ley oculta del karma y las Nidânas.

Si, como digo, en el momento crítico, los miembros de la Sociedad y especialmente sus dirigentes en Adyar, indos y europeos, se hubiesen mantenido juntos como un sólo hombre, firmes en su convicción de la realidad y poder de los Maestros, la Teosofía habría salido más triunfante que nunca, y ninguno de sus temores se habría realizado jamás, no obstante lo sutil y astuto de las trampas legales que se me habían tendido y cualesquiera que hubiesen sido las equivocaciones y errores que yo, su humilde representante, hubiese podido hacer en la conducción ejecutiva de los asuntos.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Si, como digo, en el momento crítico, los miembros de la Sociedad y especialmente sus dirigentes en Adyar, indos y europeos, se hubiesen mantenido juntos como un sólo hombre, firmes en su convicción de la realidad y poder de los Maestros, la Teosofía habría salido más triunfante que nunca, y ninguno de sus temores se habría realizado jamás, no obstante lo sutil y astuto de las trampas legales que se me habían tendido y cualesquiera que hubiesen sido las equivocaciones y errores que yo, su humilde representante, hubiese podido hacer en la conducción ejecutiva de los asuntos.

Pero la lealtad y el valor de las Autoridades de Adyar, [Olcott siendo la máxima autoridad] y de los pocos europeos que habían confiado en los Maestros, no estuvieron a la altura de las pruebas cuando estas se presentaron. A pesar de mis protestas, se me sacó precipitadamente de Adyar.

Enferma como estaba, y en verdad casi muriéndome, como dijeron los doctores, aún así me opuse, ya que habría batallado por la Teosofía en la India hasta mi último aliento, si hubiese encontrado un apoyo leal. Pero algunos temían las complicaciones legales, otros al Gobierno, mientras que mis mejores amigos creían en las amenazas de los doctores, de que moriría irremisiblemente si me quedaba en la India.

Es así como se me envió a Europa para recobrar mis fuerzas con la promesa de un pronto retorno a mí amada Âryâvarta. . . .Pues bien, me fui, e inmediatamente comenzaron las intrigas y rumores. . .que si había sido abandonada por los Maestros, que si había sido desleal a Ellos, que si había hecho esto o aquello. . .fue una larga serie de falsas acusaciones, cada correo trayendo algo nuevo.

En una carta que Dâmodar me escribió en 1886, me notificaba que la influencia de los Maestros se estaba haciendo cada día más débil en Adyar.
. . .
Finalmente me urgía a regresar, diciendo que desde luego los Maestros se encargarían de que mi salud no sufriese por ello. A este respecto le escribí al coronel Olcott, implorándole que me dejara regresar, prometiéndole que, sí fuese necesario, viviría en Pon­dichérry, en caso de que mi presencia no fuese conveniente en Adyar.

A esto recibí la ridícula respuesta, de que tan pronto como regresara sería enviada a las Islas Andaman como espía rusa, lo cual el coronel Olcott descubrió subsecuentemente que era absolutamente falso. La prontitud con la que se aprovechan de un pretexto tan fútil para mantenerme fuera de Adyar, muestra el verdadero carácter de la ingratitud de aquellos a los que había sacrificado mi vida y salud.

Más aún, urgido como entiendo que lo estaba por el Consejo Ejecutivo, bajo el pretexto enteramente absurdo de que, en caso de que muriera mis herederos podrían reivindicar una parte de la propiedad de Adyar, el Presidente me envió unos papeles legales para firmar, por los cuales renunciaba formalmente a cualquier derecho sobre el Cuartel General, o incluso a vivir allí sin el permiso del Consejo.

Y esto, no obstante que yo había gastado varios miles de rupias de mi propio dinero privado, y había dedicado mi participación en las ganancias de The Theosophist a la compra de la casa y de su mobiliario. Sin embargo, firmé la renuncia sin una sola palabra de protesta. Vi que no era bien recibida, y permanecí en Europa a pesar de mi ardiente deseo por regresar a la India.

¿Qué otra cosa podía hacer sino sentir que todos mis trabajos habían sido recompensados con ingratitud, cuando mis deseos más apremiantes por regresar, se topaban con excusas y respuestas triviales, inspiradas por aquellos que eran hostiles hacia mí?

El resultado de todo esto es demasiado patente. Tu sa­bes demasiado bien el estado de cosas en la India, por lo que no hace falta que entre en detalles. En una palabra, desde mi partida, no sólo se ha relajado allí gradualmente la actividad del movimiento, sino que aquellos para los que tenía el más profundo afecto, considerándolos como una madre lo haría con sus propios hijos, se han vuelto contra mí.

Mientras que en Occidente, tan pronto como acepté la invitación para ve­nir a Londres—no obstante el Reporte de la S. P.R. y las sos­pechas e hipótesis infundadas, difundidas por todas par­tes—, me encontré con gente que creía en la verdad de la gran Causa por la que había luchado, y en mi propia bona fides (buena fe).

Actuando bajo las órdenes del Maestro, comencé un nuevo movimiento en Occidente siguiendo las líneas originales; fundé Lucifer, y la Logia que lleva mi nombre. Reconociendo el espléndido trabajo hecho en Adyar por el coronel Olcott y otros para llevar a cabo el segundo de los tres objetos de la Sociedad Teosófica, a saber, el promover el estudio de la literatura Oriental, yo estaba resuelta a llevar a cabo aquí los otros dos, y todos saben con qué éxito ha sido acompañado esto.

Dos veces se le pidió al coronel Olcott cambiar de opinión, y luego supe que una vez más querían mi presencia en la India, algunos, al menos. Pero la invitación llegó demasiado tarde; ni mi doctor lo permitiría, ni tampoco puedo, si quisiese ser fiel a mi promesa de vida y votos, vivir ahora en el Cuartel General, del cual los Maestros y su espíritu han sido virtualmente desterrados. La presencia de sus retratos no ayuda en nada; Ellos son letra muerta.

La verdad es que nunca podré regresar a la India bajo ningún otro carácter que el de su fiel agente.

Y, ya que a menos de que Ellos aparezcan en medio del Consejo in propia persona (lo cual ciertamente Ellos nunca lo harán ahora), ninguna advertencia mía sobre líneas de conducta oculta parece probable que sea aceptada. Ya que dudan del hecho de mis relaciones con los Maestros, lo que incluso algunos niegan totalmente; y no teniendo yo ningún derecho en la Sede Central,

¿Cuál sería por lo tanto la razón para que viviese en Adyar?

El hecho es este. En mi posición, medias tintas son peores que nada. La gente tiene ya sea que creer completamente en mí, o no creer honestamente. A nadie, a ningún Teósofo se le obliga a creer, pero es totalmente inútil que me pidan que los ayude si no creen en mí.

Aquí en Europa y en América hay muchos que nunca han vacilado en su devoción por la Teosofía; y por consiguiente la diseminación de la Teosofía y de la Sociedad Teosófica, en Occidente, durante los últimos tres años ha sido extraordinaria. La razón principal de esto es que la devoción de un número siempre creciente de miembros por la Causa y por Aquellos que la guían, me permitieron y animaron, para establecer una Sección Esotérica, en la cual pueda enseñar algo de lo que he aprendido, a aquellos que tienen confianza en mí, y que comprueban esta confianza por medio de su trabajo desinteresado por la Teosofía y la S.T.

En el futuro, entonces, es mi intención dedicar mi vida y energías a la S. E., y enseñar a aquellos cuya confianza conservo. Es inútil que deba usar el poco tiempo que me queda por delante para justificarme ante aquellos que no se sienten seguros acerca de la verdadera existencia de los Maestros, sólo porque les acomoda no comprenderme para sospechar de mí.

Y déjenme que les diga de una vez por todas, para evitar malentendidos, que mi única razón para aceptar la dirección de los asuntos Europeos, fue la de salvar a aquellos que realmente toman la Teosofía a fondo y trabajan por ella y por la Sociedad, para que no fuesen obstaculizados por los que, no sólo no les interesa la Teosofía tal como fue establecida por los Maestros, sino que están trabajando completamente en contra de ambos, esforzándose por socavar y contrarrestar la influencia del buen trabajo realizado hasta ahora, tanto por un rechazo abierto en la existencia de los Maestros, así como por una declarada y amarga hostilidad hacia mí, y también aliándose con los más desesperados enemigos de nuestra Sociedad.
. . .
Por lo tanto, el único reclamo que la India podría tener sobre mí, y la fuerza del mismo está en proporción a la actividad de los Asociados por la Teosofía allá y de su lealtad a los Maestros.

. . .
Que quede bien entendido, que de aquí en adelante el resto de mi vida lo dedicaré solamente a aquellos que creen en los Maestros, y están dispuestos a trabajar por la Teosofía tal como ellos la entienden, y por la S.T. siguiendo las líneas sobre las cuales ellos la establecieron originalmente.”

(“A Mis Hermanos de Âryâvarta: Por qué no Regreso a la India,” H.P. Blavatsky Collected Writings, Vol. XII, p.156-67; Âtma Vidyâ, Suplemento No. 5, Blavatsky Editorial, México)



Se nulifica la acción del Enviado Especial
de Blavatsky a la India

Durante su última visita a Londres en 1889, Olcott sintió que era más difícil tratar con HPB respecto al manejo de la Sociedad. El 2 de septiembre de 1890, Olcott se enteró por un anuncio casual que recibió de George Mead, de que Bertram Keightley se había embarcado con destino a la India, ‘sin que yo hubiese recibido ni una sola palabra de nadie de que él iba a venir; siendo esto una forma muy característica de ella de conducir los asuntos en Londres’.
(Theosophical History, Vol. 6, julio. 1996, p.91)

Y en su Old Diary Leaves dice que:

“Durante esta época [HPB] estaba llevándome casi a la desesperación, incluso al grado de enviar al señor Keightley a la India con una especie de carta marcada, aparentemente con el objeto de destruir el prestigio de Adyar, y concentrar toda la autoridad, exotérica al igual que esotérica en Londres. Afortunadamente para todos los que estábamos concernidos, él [Keightley] le enseñó este documento a uno de nuestros miembros indos más fuertes [N.D. Khandalavala], el cual le pidió que no se la enseñara a ninguna otra persona, ya que ciertamente sería el tiro de gracia [según Olcott y Khandalavala] de la influencia de HPB en la India.”
(Old Diary Leaves, Vol. IV, p.206; The Judge Case, Pelletier, Suplemento, p.349)



Febrero de 1891
Blavatsky se encuentra muy enferma


Durante el mes de febrero, HPB pasó por un periodo de enfermedad. En este mes se publicó la Segunda Parte de Las Memorias de la Logia Blavatsky (Transactions of the Blavatsky Lodge).

El 16 de febrero el coronel Olcott partió de Adyar rumbo a Australia en donde dio muchas conferencias. El 18 de marzo llegó a Melbourne, embarcándose el día 20 para Sydney, y el 23 con destino a Brisbane.

Entre marzo y abril, se publicó la segunda edición de La Clave de la Teosofía, con un Glosario preparado por HPB.

En abril Annie Besant se embarcó para Nueva York.

El 23 de abril fue la última fecha en que HPB asistió a una reunión en su casa.

El 6 de mayo Annie Besant se embarcó para Inglaterra.



1891
Muerte de H.P. Blavatsky


El 8 de mayo a las 11:00 a.m., H.P. Blavatsky se puso muy enferma; se encontraba en su silla, estando presentes varios de sus alumnos: Laura Cooper, Claude Falls Wright, Walter R. Old y la enfermera. Murió de manera repentina a las 14:25 horas, tiempo de Greenwich.

Los restos de H.P Blavatsky fueron cremados el 11 de mayo en el crematorio de Woking, Surrey.

El 13 de mayo William Judge se embarcó con destino a Londres.

El 27 de mayo el coronel Olcott se embarcó con destino a Colombo y Adyar. Llegó a Colombo el 10 de junio encontrándose con Bertram Keightley. Viajó junto con él, llegando a Marsella el 15 de junio, estando en París el 3 de julio. El 4 de julio a las seis p.m. el coronel Olcott llegó a Londres y fue recibido por William Judge.”
(CW, XIII, p. xxv)



9 y 10 de julio de 1891
Convención Europea

Los días 9 y 10 de julio de 1891 tuvo lugar la primera Convención Anual de la Sociedad Teosófica en Europa, en el salón de conferencias de la Logia Blavatsky en Londres. Durante este evento prevaleció un fuerte ambiente de unidad.

“Encontrándose entonces presentes en Londres los líderes más conocidos y respetados de la Sociedad, de Asia, América e Inglaterra, la Convención de la Sección Europea se convirtió en la primera verdadera convocación y asamblea de toda la Sociedad desde su fundación.

El coronel Olcott como Presidente-Fundador de toda la Sociedad, presidió las sesiones, el señor Judge asistió como Vicepresidente de la Sociedad, y Secretario General de la Sección Americana. La señora Besant fue presentada como Presidente de la Logia Blavatsky de Londres, en esa época la Sociedad más grande de Gran Bretaña. Estuvieron presentes los delegados de las diferentes Logias británicas y continentales.

Además había numerosos miembros visitantes de los Estados Unidos, la India y Australia, todos los cuales traían saludos cordiales de sus miembros y Ramas. Únicamente la Logia de Londres, no estuvo representada en persona o por su Presidente, el señor Sinnett, ni tampoco por ningún Delegado.

Al concluirse los trabajos de la Convención, el coronel Olcott, dirigió las siguientes palabras:

“Hemos terminado nuestra labor. Nos hemos reunido en esta amigable Conferencia; hemos discutido los métodos para establecer las bases para el trabajo futuro de la Sociedad; hemos llegado a un acuerdo fraterno para hacer que todas las partes de la Sociedad trabajen juntas en armonía; hemos unido nuestras manos a través del Atlántico y a través de los Mares del Sur, y cada uno nos hemos comprometido ante todos a llevar a cabo esta misión que fue emprendida por HPB, y en la que hemos participado. El mundo de afuera esta mirándonos con curiosidad para ver que efecto tendrá en nosotros la muerte de HPB. La respuesta está en las memorias de esta Convención.
. . .
En su muerte ella nos habla incluso con mayor potencia que cuando estaba viva. El andrajoso velo de la personalidad ha sido echado a un lado, y la individualidad que nosotros solo conocimos como una luz que brillaba desde lejos, está ahora frente a nosotros para guiarnos en nuestro camino.
. . .
Tomemos la determinación de que cueste lo que cueste, esta Sociedad permanecerá imparcial, calmada, fraterna, benevolente, y tolerante, respetando a todos los grupos de la familia humana. Si nosotros hacemos esto, si nos mantenemos en guardia evitando ser obtusos, prejuiciados, o sectarios, habremos ganado la gratitud de nuestra generación, y seremos recordados por la posteridad como aquellos que trataron de hacer el bien a sus semejantes; pero si por el contrario, permitiésemos ser influenciados por consideraciones insignificantes de posición social, de raza, o de diferencias de credo, desapareceremos y solo seremos recordados como una Asociación indigna que enarboló una bandera que no estaba capacitada para llevar. ...”


Fotos tomadas durante esa convención

William Judge y Henry Olcott


Annie Besant, Henry Olcott y William Judge


Bertram Keightley, William Judge, Henry Olcott y George Mead


Fotografía del “grupo interno” de los estudiantes de Blavatsky. Al fondo a la izquierda se percibe al coronel olcott y para ese entonces William Judge ya había tenido que regresar a America.

De pie de izquierda a derecha: Claude Falls Wright, Bertram Keightley, Walter Old, E.T. Sturdy, John Pryse, Sidney V. Edge, Archibald Keightley, George R. S. Mead.
Sentados: Herbert Burrows, Laura Cooper, Annie Besant, Condesa Constance Wachtmeister, Isabel Cooper Oakley, Emily Kislingbury, James Pryse.
Herbert Coryn y Alice L. Cleather no aparecen en esta foto aunque también formaban parte del Consejo de la Sección Esotérica.


Y cabe remarcar que el coronel Olcott para mostrar ante los demás su "aprecio" hacia su antigua colega y maestra, se hizo fotografiar con el retrato de Blavatsky en su escritorio de trabajo, pero lo cual es bastante hipócrita cuando descubrimos la manera tan desagradable como la trató durante todos esos años desde que estalló la crisis en Adyar.





Un corto momento de paz vigor y crecimiento

Después de la Convención los trabajadores se dispersaron, cada uno a su propio campo de trabajo. La señora Besant se hizo cargo por completo de la conducción de Lucifer, con G.R.S. Mead asociado con ella como Subeditor. Ella misma se lanzó a una actividad incesante, escribiendo, dando conferencias, e inspirando y animando a los que la rodeaban.
. . .
Las actividades Teosóficas se duplicaron y triplicaron en Inglaterra bajo su influencia y ejemplo, y todo trabajador en el mundo recibió su benéfica influencia.
. . .
El señor Judge regresó a América, y volvió a tomar la conducción activa de la revista The Path.
. . .
La membresía activa en la Sociedad Teosófica en América era en ese tiempo la más numerosa de todo el mundo, la cual además crecía con gran rapidez. La membresía de la Sección Esotérica en América comprendía dos tercios del total en el mundo, y requería la completa atención de Judge.

Después de HPB, la correspondencia personal de Judge con los miembros alrededor del mundo era la mas nutrida. Su salud se había debilitado y drenado durante los últimos años, debido a los ataques continuos que había sido objeto junto con HPB, dentro y fuera de la Sociedad.

Los buenos sentimientos y la buena voluntad que recibió durante las conferencias de Londres, la aparente disipación de las discrepancias dentro de la Sociedad, la nueva alianza de fuerzas alrededor del objeto común de llevar a cabo el trabajo de acuerdo a las líneas establecidas por HPB—todo esto le dieron nuevo vigor y fuerzas para trabajar.

El coronel Olcott, habiendo pasado para estas fechas sus sesenta años de edad, con una apariencia de patriarca, cordial por naturaleza, era tratado con el mayor respeto y reverencia por todos los miembros, siendo el Presidente-Fundador de la Sociedad, el primero y por más tiempo colega de HPB y el que había sido escogido por los Maestros como Cabeza de la Sociedad.

Podría decirse que durante esta época su copa de gloria estaba llena hasta el borde. Con su viaje se había restablecido su salud física; la recepción que le dieron en Londres le volvió a asegurar el sólido lugar que ocupaba en los afectos de los miembros en el Occidente al igual que en el Oriente.
. . .
Él podía ver por todas partes que el trabajo al que había entregado todo, a través de largos años de penalidades, y frecuentemente de ignominia, estaba ahora sostenido por jóvenes colaboradores devotos y capaces. . . .A donde quiera que fuera era el Jefe.”
(The Theosophical Movement, 1875-1925, p.302-309, extractos)

Terminadas sus actividades en Europa, Olcott decidió regresar a la India a través de los Estados Unidos.



Junio y agosto de 1891
Dos artículos de la revista Path

Durante la estancia de William Judge en Inglaterra, su revista Path quedó a cargo de Jasper Niemand como editora. Dos de los artículos publicados en eso meses suscitaron sin embargo el descontento del coronel Olcott. El primero, enviado por Judge desde Londres y publicado en el Path de junio de 1891, da la nota tónica del trabajo, ahora que se ha ido físicamente HPB, y entre otras cosas dice que:

“La muerte de H.P. Blavatsky debe de tener como efecto, el que la Sociedad prosiga con su trabajo con mayor vigor, libre de personalidades. El movimiento no fue comenzado para la gloria de ninguna persona, sino para la elevación de la Humanidad. La organización como tal no se ve afectada por su muerte, ya que sus puestos oficiales eran los de Secretaria Corresponsal y Presidente de la Sección Europea.
. . .
El trabajo aquí continúa como siempre, con el esfuerzo de sus miembros que ahora sacarán su inspiración de los libros y obras de HPB y de la pureza de sus propios motivos.

Todo lo que la Sociedad necesita ahora para poder llega a ser el gran poder para el que fue establecida es primero, solidaridad, y en segundo lugar, educación Teosófica. Estos están completamente en las manos de sus miembros. El primero da el poder de resistencia que solo se encuentra en la Unión, el segundo da el discernimiento y la sabiduría que se necesitan para dirigir adecuadamente la energía y el fervor.”

Y en el Path de agosto de 1891, el artículo principal comienza con la siguiente cita:

“LA INGRATITUD NO ES UNO DE NUESTROS DEFECTOS.
NOSOTROS SIEMPRE AYUDAMOS A AQUELLOS QUE NOS AYUDAN.
Y MÁS QUE NUNCA SE NECESITAN EL TACTO, LA DISCRESIÓN Y EL FERVOR.
EL MÁS HUMILDE TRABAJADOR ES VISTO Y AYUDADO.

Estas palabras de gran aliento le llegaron muy recientemente a un teósofo estudiante, que ha prestado sus servicios siempre que ha podido y de la mejor manera que ha podido—después de que partiera de este plano H.P. Blavatsky—de ese Maestro del cual HPB era la reverente alumna. Atestiguadas por Su verdadera firma y sello, se dan aquí para animar y apoyar a todos aquellos que sirven a la Sociedad Teosófica —y a través de ella a la humanidad—de la mejor manera que puedan.
. . .
El artículo estaba firmado por Jasper Niemand y fue publicado durante la ausencia de Judge en Inglaterra después de la muerte de H.P. Blavatsky, y sin su conocimiento.
. . .
El artículo, el mensaje del Maestro con el que comienza, y la pretensión de que el mensaje había sido recibido posteriormente de la muerte de H.P. Blavatsky, removió lo más profundo del coronel Olcott. Él le escribió a Judge acerca de este artículo en términos muy fuertes, ya que en él veía únicamente un intento por atraer la atención hacia HPB, los Maestros y hacia el mismo Judge.”
(The Theosophical Movement, 1875-1925, p.316-318, extractos)

La respuesta de Olcott a estos artículos y el pensamiento que subyace en ellos, lo encontramos en su Alocución Presidencial a la Convención de diciembre de 1891 en Adyar. (Ver más abajo la Convención de diciembre de 1891)



El Sello del Punjab y las sospechas de Olcott


En medio de la armonía de la Convención, el coronel Olcott abrigaba sin embargo ciertas sospechas hacia su más cercano colaborador (debido a un sello que el había mandado hacer muchos años atrás en el Punjab) tal como lo muestra el siguiente pasaje:

“Durante nuestra estancia en Londres, en julio de 1891, W.Q. Judge y yo tuvimos una conversación acerca de los gastos de la Convención Europea, yo le propuse que como legatario de HPB, debería vender alguno de los artículos valiosos que ella dejó, para que fuese su contribución al pago de esos gastos. Judge me dijo entonces, como si proviniera ‘del Maestro', que no tenía que preocuparme acerca de esto ya que “ellos” verían que llegase el dinero, y que yo recibiría un mensaje acerca de ésto.

Como no me llegó ningún mensaje pronto, hablé con William Judge, el cual me respondió que lo que ya me había dicho era todo lo que había escuchado del ‘Maestro.' El mismo día al volver de la ciudad, al sentarme en mi escritorio, levanté una hoja de papel secante y debajo de él encontré el siguiente mensaje escrito sobre un papel que decía: “Retengo el mensaje para más adelante” (el cual estaba acompañado de un criptograma y por una impresión ilegible del sello).
. . .
Al buscar, me encontré en el sobre de una carta personal que había recibido previamente. . .un trozo de papel que estaba escrito con lápiz rojo con el criptograma, y una impresión legible del sello. De inmediato esto trajo a mi mente el ‘Sello del Punjab.' Le mostré el papel a Bertram Keightley narrándole la historia del sello y luego lo volví a guardar en el sobre.

En esencia lo que esta ‘Nota Mahâtma' decía era que no había necesidad de vender las joyas de HPB, ya que el dinero llegaría. Posteriormente hablé con William Judge y le pregunté si había visto entre las cosas de HPB un cierto sello. . . .Judge dijo que no lo había visto, después de lo cual hice la observación, de que esperaba que ningún bribón se apoderara de él, usándolo para darle fuerza a falsos “mensajes Mahâtma” y añadí que siempre que viera un mensaje que llevara la impresión de ese sello, sabría desde luego que era falso.”
(The Judge Case, Pelletier, Suplemento 10, p.356)

La evidencia documental que ha ido saliendo a la luz durante los últimos cien años, parte de la cual se ha presentado en las páginas precedentes, nos muestra que, aunque desde 1885 los Maestros habían abandonado a la Sociedad Teosófica Adyar, como una Rama seca, Ellos no abandonaron el Movimiento Teosófico en su conjunto en el momento en el que H.P. Blavatsky murió.

De los dos Fundadores sobrevivientes, William Judge había sido iniciado en la India por el maestro Morya en 1884, y un Nirmânakâya se había fundido con él; por otro lado Olcott, al haber abandonado a HPB, había perdido en gran medida su contacto con los Maestros, de los que cada vez recibió menos mensajes, y a los que tampoco veía; mientras que Judge continuaba recibiendo y enviando mensajes de Ellos. A partir de 1891 y hasta la terminación del ciclo menor en 1897, la historia del movimiento Teosófico se hace muy compleja, llena de intrigas, sospechas y malentendidos.




Historia del sello del Punjab

Impresión del Sello del Punjab

Una de las principales sospechas de Olcott estaba fundada en un “sello.”

El coronel mismo nos cuenta en sus Viejas Hojas del Diario, que en uno de sus viajes por la India, en el Punjab, se le ocurrió la idea de mandar hacer un sello con el criptograma de su Maestro Morya, y dárselo a HPB para que se lo enviara.

Cuando Olcott llegó a Madrás y le enseñó el sello a Blavatsky, ella, después de observarlo detenidamente le hizo notar que el criptograma estaba defectuoso, así que ella no se lo envió al Maestro, sino que lo conservó en una caja junto con otros objetos.

Estando en Londres, a principios de 1888, HPB le mostró este sello a Bertram Keightley. “En 1889 Judge invitó a Bertram Keightley a que hiciera una gira de conferencias Teosóficas en los Estados Unidos. Bertram junto con su sobrino Archibald le habían ayudado a HPB en la revisión, captura en maquina de escribir y publicación de su manuscrito de la Doctrina Secreta.

Bertram era Secretario de la Sección Esotérica. En algunas de sus conferencias hizo algunas observaciones incorrectas acerca del huevo áurico, las cuales fueron interpretadas por los miembros como si provinieran de HPB. Al enterarse HPB de esto, le ordenó a Bertram por medio de un telegrama que le envió a Nueva York, que volviera de inmediato a Inglaterra.

El lunes 9 de junio de 1890, cuando [Bertram Keightley] llegó a la oficina del Path se le informo que había un cablegrama para él, que él encontró sobre la mesa en la oficina interna; ya que estaba dirigido a ‘Judge, Nueva York’, había sido abierto desde luego. Este cablegrama tenía escritas las palabras ‘Correcto’, y el criptograma del Mahâtma M., con una impresión de un sello, que él inmediatamente reconoció, como el sello que había visto en posesión de HPB a principios de 1888.

Esta fue la primera vez que Bertram Keightley había visto una impresión de este sello, y él, de inmediato, le preguntó al señor Judge si sabía algo acerca del sello o de lo que estaba escrito en el cablegrama. El señor Judge negó saber algo de cualquiera de las dos cosas; y la presencia del sello y del criptograma produjeron una influencia decisiva en Bertram Keightley para que obedeciera las instrucciones que se le daban en el cablegrama.”
(The Judge Case, Pelletier, Suplemento 6, p.339-40)

“Cuando Bertram Keightley regresó a Londres, HPB quería probarle algo, y le pidió ver el telegrama que ella le había enviado a Nueva York. Pero Bertram lo había perdido. Lo que ocurrió alrededor de este incidente fue descrito y firmado posteriormente por Claude Falls Wright, miembro del Grupo Interno y fiel alumno de HPB:

“En mi presencia y en la de Bertram Keightley, la condesa Wachtmeister, y Kenneth Austin, en Londres, inmediatamente después de la llegada de Bert Keightley, HPB tomó un trozo de papel de cigarrillo y viendo a Bert a la cara, mientras lo regañaba por haber perdido el telegrama, súbitamente dijo con una sonrisa a medias:

-      “Bert, ¿quieres un telegrama?; ¿no quisieras tener un telegrama, Bert?”

Y en ese momento ella frotó el trozo de papel entre sus dedos y mientras que hablaba ¡se transformó en el telegrama perdido!  En él estaban varias de las mismas marcas del sello acerca de las cuales ha habido tantas disputas. Bert se quedó con el telegrama, pero ella insistió en que lo pasara alrededor al resto de nosotros, y deseaba que lo examináramos detenidamente diciendo:

-      “Miren, esas son las marcas del Maestro, vean, quizás algún día tengan que volverlas a reconocer de nuevo.”

Luego ella dijo que podríamos mencionar éste asunto a cualquiera que quisiéramos, excepto a Judge, ya que, dijo ella, él no quiere que lo asocien de ninguna manera con fenómenos.”
(The Judge Case, Pelletier, Suplemento 6, p.341)

“Parece ser que HPB antes de morir le enseñó a la condesa Wachtmeister una caja en donde estaba ese sello. Después de su muerte la condesa guardó la caja hasta que se la entregó a Annie Besant a su regreso de América. Cuando Annie Besant abrió la caja no estaba el sello, y todo esto ocurrió antes de que llegara el señor Judge.
(Ver: “Carta de William Lindsay a la condesa Wachtmeister”, publicada en el Irish Theosophist, Vol. 3, mayo 1895; p.141. Reproducida en: The Judge Case, Cronología, p.43)

En una carta que William Judge le escribió al coronel Olcott desde Nueva York el 30 de agosto de 1893, dice lo siguiente acerca del sello:

“Cuando tu trajiste a colación el asunto del sello, le pregunté al Maestro de qué se trataba todo esto, y él me dijo, ‘Sí, Olcott hizo una broma con esto, y por cierto muy infantil, pero nosotros tenemos el derecho de adoptar el sello si así lo queremos y de usarlo; y ha sido usado incluso en una carta dirigida a él, no para darle validez al mensaje sino para mostrarle, si es que él quiere darse cuenta, que nosotros tenemos ahora el objeto'.”
(The Judge Case, Parte 2, Apéndice A, p.48)



Puntos de vista de William Judge
sobre el Sello

El sello mismo ha sido confundido con la impresión tomada a partir de él, y éste con su imagen reproducida por precipitación. Es bien sabido por muchos Teósofos—tales como la condesa Wachtmeister, B. Keightley, A. Keightley, la señora Cooper-Oakley, George Mead, C. F. Wright y muchos otros, que la impresión en papel, que ahora se dice que es el sello manufacturado por encargo de Olcott, ha aparecido y ha sido visto en mensajes de los Maestros que llegaron a través de HPB, en sobres de ella y en otros papeles conectados con ella.

La impresión llegó a llamársele en Londres ‘El sello del Maestro’. Y es así como lo llama la mayoría de las personas que he mencionado, y es totalmente evidente que, tal como en el caso de la escritura en el que los Maestros adoptaron dos formas de escritura en inglés para ser usadas con la Sociedad Teosófica; uno de ellos adoptó esta impresión de sello para usarla después de su firma cada vez que le ha parecido conveniente.

Solamente aquellos que son completamente ignorantes del ocultismo, o aquellos que meramente tienen un conocimiento teórico del mismo hablarían de ‘un sello real del Maestro' y de ‘una imitación del sello del Maestro,' porque ninguna persona jamás ha visto el sello del Maestro, ya sea con conocimiento de causa o no. Él tiene un sello, pero nunca ha sido mostrado en la Sociedad Teosófica. Su verdadero sello es tan desconocido como lo es su verdadera escritura, que ciertamente no es el inglés.
(“Respuesta de William Judge a las Acusaciones...”, The Judge Case, Pelletier, Parte 2, Apéndice A, p.104)



Septiembre 1891
Algo andaba mal con Olcott

El 16 de septiembre de 1891 el coronel Olcott se embarcó en Liverpool en dirección a los Estados Unidos, llegando a Nueva York el 23 de septiembre, a donde no había vuelto desde 1878. Fue recibido por varios Teósofos y su hermana. Después de dar una conferencia el 28 de septiembre, tomó el tren con dirección a San Francisco en donde se encontró con William Judge, embarcándose el día 8 de octubre con destino al Japón.

“Mientras que Judge se encontraba aún en San Francisco, el 26 de octubre de 1891, le escribió a la señora Besant acerca de su preocupación respecto a Olcott. Judge había percibido. . .que algo andaba mal con Olcott.”
(The Judge Case, Suplemento, p.361)

El malestar de Olcott pudo haberse debido a la existencia de un tercer testamento de HPB, en el que no lo nombraba como su legatario. HPB había hecho un primer testamento en 1885 en la India cuando estuvo al borde de la muerte, en el cual legó todo a Olcott. Este testamento es el único que se ha preservado hasta nuestros días.

En marzo de 1887 estando en Ostende, también a punto de morir, ella hizo un nuevo testamento heredándole todo a la condesa Wachtmeister. Este testamento fue destruido y nunca fue encontrado. De acuerdo a las investigaciones presentadas por Ernest Pelletier en su obra monumental The Judge Case, debió de haber existido un tercer testamento de HPB elaborado por ella en Londres poco antes de morir.

Dada la constante tensión que existió entre ella y Olcott desde 1884—algo que cualquier lector imparcial puede constatar leyendo las Viejas Hojas del Diario del coronel Olcott, o las Cartas de los Maestros publicadas por Jinarajadasa—y en vista de que en su testamento de 1887 en Ostende, ella no le heredó nada a Olcott, lo más probable es que en su tercer testamento, William Judge haya sido su heredero. Y si bien ese testamento fue destruido poco después de que falleciera Blavatsky, aún así, los acontecimientos posteriores nos muestra que Judge fue su heredero espiritual.



Noviembre 1891
Más sospechas de Olcott

El 29 de noviembre de 1891: “Las sospechas del coronel Olcott respecto a Judge aumentaron aún más cuando llegó a Colombo el 29 de noviembre de 1891, en ruta hacia Madrás. . . .Él recibió un paquete de cartas que le habían sido enviadas desde Adyar. Entre estas había una carta fechada el 17 de octubre de 1891, escrita por Abbott Clark, de Villa Park, Orange County, California. Olcott describe lo que encontró:

“Dentro de la carta encontré un trozo de papel que tenía un mensaje en una escritura que se parecía a la que usualmente se le atribuye al “Mahatma M.” y su criptograma.
. . .
El mensaje estaba escrito en lápiz rojo y parcialmente en negro (y no tenía ningún sello).
. . .
El mensaje presenta dos puntos sospechosos,' [y es una clara muestra de que las precipitaciones también pueden ser falsificadas]. ‘La carta en la que se encontró este mensaje había sido abierta en Adyar y enviada desde ahí al lugar en donde se encontraba el coronel Olcott. En esa época había en Adyar, ciertos espías y enemigos, que le estaban dando información a los que querían dañar a la Sociedad Teosófica, y esas personas abrían las cartas que no estaban dirigidas a ellas. No puedo repudiar como un hecho' dice Judge, ‘la carta del señor Abbott Clark en la que aparece este mensaje, pero enfáticamente repudio en su totalidad, el mensaje supuestamente escrito por mi.’ ”
(The Judge Case, Pelletier, Suplemento 10, p.358-359)



Noviembre de 1891
Annie Besant acusa a Olcott


Mientras que Olcott estuvo en Londres (del 4 de julio al 16 de septiembre de 1891), estaba muy perturbado por todo el asunto alrededor de la muerte de Blavatsky y quizás por el contenido del muy probable tercer testamento de Blavatsky. Y fue durante ese tiempo que se hospedó en casa de la señorita Herietta Müller, tiempo durante el cual supuestamente tuvieron relaciones.

Herietta Müller

Cuando la señora Besant se enteró de la ‘grave inmoralidad' (para citar las palabras de Herbert Burrows) ella telegrafió a Judge en Nueva York. Ella estaba convencida de que las acusaciones eran ciertas, y quería presentarle a Judge su evidencia en relación a la conducta de Olcott mientras estuvo en Londres.

Judge le contestó que ella podía ir. Besant había escuchado esas acusaciones, las había investigado de acuerdo a sus propios cánones morales de lo que constituía una ‘investigación,' hasta que llegó a estar convencida de que las acusaciones eran ciertas.
(The Judge Case, Suplemento, p.361)

El 18 de noviembre de 1891 la señora Besant se embarcó con destino a Nueva York a donde llegó el día 28.

En Nueva York, Besant le pidió a Judge que presentara cargos en contra de Olcott. La única referencia directa de que Olcott haya tenido este lance amoroso se encuentra en una carta dirigida por Herbert Burrows al Editor del English Theosophist.
(The Judge Case, Cronología, p.238)

Aunque Olcott negó las acusaciones.




Regreso de Olcott a Adyar
Convención de diciembre de 1891

“Todos los meses que Olcott estuvo ausente de Adyar fueron una especie de progreso triunfal, llenos de testimonios de cariño y gratitud de sus colegas y de los miembros de la Sociedad.

Pero después de la gira y regreso del coronel Olcott a la India es claro que los testimonios de respeto que recibió y su posición de Presidente-Fundador reforzaron su sentimiento de seguridad y fuerza. Igualmente, a partir de su conducta pasada, es evidente que él había esperado que con la muerte de HPB, ella ya no sería más un poder vivo en la Sociedad.

Esa parte de su naturaleza que tan frecuentemente se había sublevado en contra de HPB cuando ella vivía, como el factor dominante de la Sociedad de la que él se sentía la verdadera y competente Cabeza, una vez mas se sintió inquieto, alarmado, y decisivo en su acción. Lo que él pensaba en ese momento y su resultado son claramente discernibles en la Alocución que él presentó en la Convención de diciembre de 1891 en Adyar, y décimo séptimo aniversario de la Sociedad Teosófica.

A continuación solo citamos algunos extractos:


Discurso de Olcott en Adyar

“Como Cofundador de la Sociedad, como alguien que ha tenido constantemente la oportunidad de conocer el plan de acción y los deseos de los Maestros, como alguien que por instrucción de ellos y con su aprobación, ha llevado nuestra bandera por diez y seis años de batalla, protesto en contra del primero que se deje llevar por la tentación de elevar a cualquiera de ellos, a sus agentes, o a cualquier otro personaje vivo o muerto, al rango divino, o que considere que sus doctrinas sean enseñanzas infalibles.
. . .
Si ella viviese ahora, indudablemente protestaría en contra de sus amigos por estarla convirtiendo en una santa, y a sus magníficos pero no infalibles libros en una biblia.
. . .
Pero yo nunca la adoré y mis ojos nunca estuvieron ciegos a sus errores, nunca me imaginé que ella fuese un canal perfecto para la transmisión de la enseñanza oculta tal como lo han sido otros a través de la historia, o como a los Maestros les hubiese gustado haber encontrado a alguien. . .y finalmente, como la cabeza oficial de la Sociedad y guardián de los derechos personales de sus Miembros, pongo por escrito mi protesta en contra de todos los intentos por crear una escuela, secta o culto HPB, o considerar que lo que ella dijo no pueda ser criticado.”
(The Theosophical Movement, 1875-1925, p.315)



El Movimiento Teosófico
versus
La Sociedad Teosófica de Adyar

“Es así como el verdadero problema—el Movimiento Teosófico versus la Sociedad Teosófica —se convirtió una vez más en un desafío que a menos de un año de la muerte de Blavatsky estaba conduciendo a un duelo. Sin duda alguna este punto de vista producirá una cierta conmoción en muchos estudiantes teosóficos que han sido educados en la creencia de que alguna organización en particular sea la Sociedad Teosófica, y que por lo tanto han considerado que la Teosofía, el Movimiento Teosófico y su Sociedad particular son esencialmente una y la misma cosa.

No se han dado cuenta que este es el mismo error en el que cayeron las diferentes sectas cristianas, y que ocurrió de la misma manera—debido a los prejuicios y puntos de vista sesgados de aquellos en los que han confiado como instructores y líderes, y por su propia incapacidad para hacer una investigación diligente, y con mente abierta, comparando las enseñanzas y testimonios opuestos y contradictorios.



Enero de 1892
Reacciones de William Judge al discurso de Olcott

Cuando el Theosophist de enero de 1892 en el que se publicó el Reporte de la Convención de diciembre en Adyar con la ponencia del coronel Olcott, llegó a las manos de Judge, él publicó en su revista The Path de marzo de 1892, tres artículos de gran importancia.

El primer artículo se intitula: ‘El Futuro de la Sociedad Teosófica' y comienza abruptamente con las siguientes palabras:

En 1888 H. P. Blavatsky escribió lo siguiente:

“Anteanoche se me mostró una vista a vuelo de pájaro de las sociedades teosóficas.

Vi a unos cuantos teósofos serios y confiables en una lucha a muerte con el mundo en general y con otros teósofos—nominales y ambiciosos. Los primeros son más numerosos de lo que te imaginas, y ellos prevalecieronasí como ustedes prevalecerán en América, si tan sólo permanecen fieles al programa de los Maestros y leales a ustedes mismos.

Y anoche vi a ? y ahora me siento fuerte—tal como estoy en mi cuerpo—y lista para luchar por la Teosofía y por los pocos que son fieles, hasta mi último aliento. Las fuerzas de defensa —son tan escasas— que tienen que ser distribuidas juiciosamente sobre el mundo en dondequiera que la Teosofía esté luchando en contra de los poderes de las tinieblas.”
(Lucifer, Vol. 8, junio de 1891, p.291)


Y el artículo continúa dando una cita de La Clave de la Teosofía, luego dice que ‘en la cita anterior hay una profecía que aquellos pocos teósofos confiables que están comprometidos en una lucha, con la oposición del mundo y la que proviene de miembros ambiciosos, prevalecerán, pero junto con ella trae una condición que es importante.

Debe haber una adhesión al Programa de los Maestros. Ésto solo puede ser determinado consultándola (en sus escritos) y en las cartas que ella divulgó, así como las de aquellos (los Maestros) a los que ella se refiere. Todo esto excluye la idea de que la Sociedad haya sido fundada o que su objeto sea ¡convertirse en una escuela de Ocultismo!

Refiriendo una carta recibida (en 1884) proveniente de la misma fuente encontramos lo siguiente: ‘Que la Sociedad florezca por su valor moral, y no por los fenómenos que a veces llegan a ser tan degradantes.' Y en otra carta se habla ampliamente de la necesidad que el occidente tiene de doctrinas como la de Karma y Reencarnación, y la efectiva Unidad de toda la familia humana.
. . .
“Nosotros debemos seguir este programa y proporcionarle al mundo un sistema de filosofía que le de una base segura y lógica para la ética, y esto sólo puede obtenerse de los que yo me he referido antes (los Maestros); en los fenómenos no existe ninguna base para la moral, ya que alguien puede aprender a hacer las cosas más maravillosas con la ayuda de las fuerzas ocultas y sin embargo al mismo tiempo ser el peor de los mortales.
. . .
Nosotros no podemos promulgar las doctrinas y reglas de vida que encontramos en la teosofía y al mismo tiempo no tratar de vivirlas lo más que podamos. Debemos practicar lo que predicamos, y de la mejor manera posible, hacer de la Sociedad Teosófica una pequeña hermandad.”



Blavatsky sabía que iba a morir


En el segundo artículo al que nos referimos, el señor Judge hace una reseña de las Actas de la Convención de Adyar comentando lo siguiente:

“El coronel Olcott también dice que él no creía que HPB iba a morir, y que en su opinión su muerte fue una sorpresa para ella misma. Con esto, estamos completamente en desacuerdo. Él no había estado con ella por algún tiempo y no se enteró de las muchas advertencias que ella les dio últimamente a sus amigos que estaban próximos a ella, incluyendo al Editor (Judge) de esta revista, de su próxima muerte.

En algunos casos la información que ella dio fue muy detallada, en otros fue por medio de una pregunta, por lenguaje simbólico, por una insinuación, pero durante el año o mas, antes de su muerte, les hizo saber a aquellos que estaban cerca de ella, que se iría pronto, y en un caso, cuando ocurrió un cierto acontecimiento, ella dijo, ‘Esto significa mi muerte.' Le tenemos un gran respeto al coronel Olcott, pero no podemos estar de acuerdo con él en este asunto. . . .”



Según Olcott existe una tendencia hacia 
la idolatría de Blavatsky

“Además, respecto a la tendencia que él ve por parte de algunos de dogmatizar sobre HPB, el coronel Olcott la encomia y al mismo tiempo dice que no debe de haber idolatría; pero aunque él está en lo correcto en ésto, sin embargo el mismo Maestro al que se refirió, y del cual supo a través de HPB, le dijo en una carta (recibida a bordo del Shannon en 1888) que hace largo tiempo fue publicada, que HPB tenía todo que ver con el departamento oculto del trabajo de los miembros de la Sociedad. No debe olvidarse ésto.”

El tercero de los artículos mencionados fue una completa sorpresa para todos salvo para unos cuantos, y produjo una gran conmoción. Sus consecuencias son tan trascendentes, desde el punto de vista exotérico y esotérico que a continuación damos un largo extracto. El artículo lleva por título ‘La Renuncia a la Presidencia de la S.T. por el coronel Olcott’:



21 de enero de 1892
El coronel Olcott presenta su renuncia

“El 21 de enero de 1892 el coronel Olcott presentó su renuncia como Presidente de la Sociedad Teosófica en una carta dirigida a W.Q. Judge, Vicepresidente de la Sociedad Teosófica. La razón que él daba para esta renuncia era su mala salud. Su carta también apareció en la revista The Theosophist, del 1° de enero 1892.”
(The Judge Case, Pelletier, Cronología, p.53)



El coronel Olcott renuncia a la Presidencia de
la Sociedad Teosofica

“La siguiente correspondencia, por sí misma se explica suficientemente. Se inserta aquí a fin de que los miembros americanos estén en posesión de la información general.

Debe recordarse que el coronel Olcott tomó la determinación de renunciar hace algún tiempo, pero fue inducido a cambiar su decisión y a tomar unas vacaciones a fin de restablecer su salud, pero aunque el descanso le hizo bien, nos dio lastima ver, tan recientemente como cuando él visitó América en 1891, que aún existían rastros del antiguo problema, y en la Décimo Sexta Convención Anual, [la que apenas se acaba de realizar], dijo nuevamente que no podía hacer el trabajo que solía hacer.

Así que sintiendo que la Sociedad está firmemente establecida, él renuncia ahora a su posición oficial. Él continuará residiendo en la India, haciendo trabajo literario para el beneficio de la Sociedad. . . .”
(The Path, Vol. 6, marzo 1892, p.406-407; Lucifer, Vol. 10, marzo 1892, p.1-3; citado en: The Theosophical Movement, 1875-1925, p.321-326, extractos)



Mensaje de Olcott
Al retirarse de la Presidencia

“He obtenido el permiso de llevar a cabo mi deseo, expresado con anterioridad en la convención de 1886 y reiterado en la de 1890, de retirarme de la Presidencia. Mi salud es ahora muy incierta para que pueda depender de ella y que tenga la habilidad de viajar y trabajar como lo he hecho hasta ahora.”
(The Path, Vol. 6, marzo 1892, p.406-407; Lucifer, Vol. 10, marzo 1892, p.1-3)


“Al despedirme de mis colegas, les ruego que me consideren, no como una persona merecedora de honores, sino únicamente como un hombre pecador, que frecuentemente se ha equivocado pero que siempre ha tratado de abrirse camino hacia arriba y de ayudar a sus semejantes. H.S. Olcott, Presidente de la Sociedad Teosófica.”
(The Theosophist, Vol. 13, marzo, 1892; Suplemento, p.xliv; The Theosophical Movement, 1875-1925, p.321-328, extractos)



Las tres renuncias de Olcott
1885-1890-1892


Esta vez, al igual que en las dos ocasiones anteriores el coronel Olcott da como razón de su renuncia, el mal estado de su salud, y agrega que ahora ‘ha obtenido el permiso para lleva a cabo su deseo.' Las dos ocasiones anteriores ocurrieron en la Convención de Adyar a finales de 1885 (no 1886, como él dice en su carta), y de nuevo en 1890. Mientras que las declaraciones de mala salud que hizo en las tres ocasiones eran ciertas, en ninguno de los casos eran la verdadera razón.

La primera vez se debió a la fuerte reacción que hubo en la India en contra del tratamiento que se le dio a HPB durante y después de los problemas de los Coulomb. Aunque todos habían compartido la timidez y el curso desleal adoptado por la Convención, fue injusto el resentimiento que posteriormente mostraron hacia Olcott sus antiguos asesores y los que lo habían apoyado, siendo un intento para convertirlo en el chivo expiatorio de sus culpas.

En esa ocasión fue gracias a la influencia que HPB y Judge ejercieron de manera privada, y a sus amigos leales, que la Convención se rehusó a aceptar la renuncia de Olcott, reiterándole su gratitud y lealtad en su gravosa posición de Presidente de toda la Sociedad. De nuevo en 1890, su deseo de renunciar se debió de hecho a la rebelión en Inglaterra y Europa, la cual culminó en una revolución—por la que HPB tuvo que hacerse cargo de la Presidencia de la Sociedad en Europa, debido a la petición e insistencia casi unánime de las diferentes Logia y miembros sueltos.

Viendo perdida su autoridad en Europa; y América estando emancipada del ‘ejercicio de sus Poderes Presidenciales;' y estando los miembros occidentales mas importantes y mas devotos de la Sección Esotérica comprometidos a seguir las instrucciones de HPB en todas sus relaciones Teosóficas, el coronel Olcott sufrió toda la amargura de corazón que les llega a los que habiendo ejercido poderes plenipotenciarios, ahora se ven reducidos a la posición de una figura decorativa.

En la segunda ocasión, al igual que en la primera, HPB y Judge le mostraron la clase de lealtad que los animaba. La lealtad a la Causa los había obligado a mantenerse fieles a las líneas trazadas para ellos desde el principio, no obstante los malentendidos que esto pudiese acarrear o el riesgo de ruptura de la maquinaria externa o de las relaciones; lealtad al coronel Olcott, el chela que luchaba en probación, que había merecido ayuda en su hora de necesidad por sus devotos esfuerzos y sacrificios, cuyo corazón aún era fiel, a pesar de sus desvaríos psíquicos y sentimientos personales respecto a ellos mismos.

Este principio del verdadero Ocultismo los indujo a que hicieran todo esfuerzo para suavizar la vanidad herida del Presidente-Fundador, dulcificando la amarga píldora de tener que aceptar los cambios provocados por las necesidades de la ocasión. Y ellos tuvieron éxito en que el coronel aceptara el nuevo estado de cosas
(The Theosophical Movement, 1875-1925, p.327-328, extractos)



25 y 26 de abril de 1892
La Convención Americana le pide a Olcott que no renuncie

En la sexta Convención anual de la Sección Americana tenida en Chicago los días 24 y 25 de abril de1892, los miembros eligieron a William Judge como sucesor del coronel Olcott a la Presidencia, pidiéndole sin embargo al coronel Olcott que revocara su decisión.

“G. R. S. Mead recibió una carta de Judge dándole detalles de las acciones tomadas por la Convención Americana respecto a la renuncia del coronel Olcott:

a)   Rechazo de la renuncia del coronel Olcott.
b)   Declaración de que el coronel Olcott deberá permanecer como Presidente, incluso si no trabaja.
c)   Declaración de que William Judge deberá ser elegido como Presidente de por vida para suceder la Presidencia cuando ésta esté realmente vacante.
d)   Petición al coronel Olcott para que suspenda su acción y revoque su renuncia.
e)   Se le encarga a William Judge notificar al coronel Olcott y a las otras Secciones de estas resoluciones.
f)    Reelección de William Judge, como Secretario General de la Sección Americana.”
(The Judge Case, Pelletier, Cronología, p.58)

“Cuando Judge vino al auxilio del coronel Olcott, dándole todo su apoyo y el de la Sección Americana, volvió a despertarse la mejor naturaleza de Olcott, y por un breve período sus pronunciamientos oficiales, y sus actos volvieron a ser como en su primera época de probación.

Pero cuando se le susurró al oído que el que había planeado toda esta situación había sido William Judge, volvió a despertarse su vanidad, y sus antiguas envidias, y creyendo que se habían burlado de su propia sinceridad y devoción, tal como le debe haber parecido, él tomo sus miedos por hechos, sus sospechas por certezas, y a partir de ese momento estuvo seguro de la ‘ingratitud' y de la ‘deslealtad' del señor Judge tal como lo había estado antes de HPB.”
(The Theosophical Movement, 1875-1925, pp.425-426, extractos)



Julio de 1892
La Convención Europea acepta la renuncia de Olcott y
Elije a William Judge como Presidente


Los días 14 y 15 de julio de 1892 tuvo lugar la Segunda Convención Europea, a la cual asistió William Judge.

Por moción de la señora Besant, William Judge fue electo presidente de la reunión, y entonces leyó una Carta de Saludos de la Sección Americana, escrita por él mismo en relación a la renuncia de Olcott:

“En nuestra Convención [americana] del pasado mes de abril les pedimos que se unieran con nosotros para pedirle al coronel Olcott que anulara su renuncia. Esto lo hicimos con todo candor y amistad, dejando en ustedes el decidir su propio curso de acción. Nosotros nos acordamos de lo que H.P. Blavatsky dijo tan frecuentemente y tan ciertamente, de que esta organización, única en este siglo, participa de la vida de sus progenitores.

Uno de ellos fue el coronel Olcott. Sería una deslealtad a nuestros ideales el apresurarnos a aceptar su renuncia, incluso sabiendo que podremos continuar sin su presencia a la cabeza. Y si él persistiese en esa determinación, nuestra cariñosa petición llenaría sus años de agradables remembranzas de sus hermanos, sin rastro de amargura. . . .”
(The Theosophical Movement, 1875-1925, p.345)

Después del discurso de Judge, “el hermano Mead pasó al estrado a las 11:50 a.m. y puso a votación la sucesión de la Presidencia de la Sociedad, y los asistentes unánimemente eligieron a William Judge para suceder a H. S. Olcott.”
(The Judge Case, Pelletier, Cronología, p.60)

Finalmente la Convención Europea resolvió:

“Que aunque estamos cordialmente de acuerdo con el espíritu fraterno de buena voluntad que ha animado la resolución de nuestros Hermanos [americanos], y deseando siempre cooperar con ellos en este espíritu liberal y encomiable, consideramos que la respuesta del Presidente Fundador hace imposible cualquier otra acción.”
(The Theosophical Movement, 1875-1925, p.346)



El Dr. Hübbe Schleiden, William Judge y los
Certificados de la Doctrina Secreta


Estando Judge aún en Londres el Dr. Hübbe Schleiden le mostró los certificados que él había recibido en Würzburg en enero de 1886 respecto a la autoría de La Doctrina Secreta. De acuerdo al diario del señor Judge, en una anotación que él hizo en Londres el 21 de julio de 1892, HPB le había enviado copias de precipitaciones (o re-precipitaciones) de esos certificados en esa época.
(The Rebirth of the Occult Tradition, Boris de Zirkoff, pp.17-18)




29 de julio de 1892
La Escuela Oriental de Teosofía
No tiene conexión oficial con la Sociedad Teosófica

“Cuando William Judge se enteró de la circular que la señora Besant había enviado a la Sección Esotérica de fecha 10 de marzo de 1892, en la que lo proponía como sucesor de la Presidencia, rápidamente preparó una Circular (fechada el 29 de julio de 1892) en la que había una ‘Nota Importante' firmada por Judge y Besant, que decía lo siguiente:

‘La Escuela Oriental de Teosofía, no tiene conexión oficial con la Sociedad Teosófica.
. . .
Poco antes de su partida, HPB envió una nota en la que decía que toda conexión oficial entre las dos dejaría de existir, y entonces cambió el nombre al que actualmente tiene.
. . .
Así que si una de sus cabezas, tiene también un cargo en la S.T. sus palabras o peticiones como funcionario de la S.T. no deben de ser interpretadas o coloreadas bajo ninguna circunstancia, debido al trabajo que lleva a cabo en esta Escuela’.”
(The Theosophical Movement, p.193)



Olcott sospecha de William Judge

El hecho de que la Sección Europea no le hubiese pedido al coronel Olcott que revocara su decisión de renunciar a la Presidencia, provocó sospechas de que Judge había realizado una maniobra política para ganar la Presidencia, lo cual parecía estar confirmado por la circular del 10 de marzo de la señora Besant.



Septiembre de 1892
Olcott revoca su renuncia

“En el mes de septiembre el coronel Olcott cambió de opinión, y en el Theosophist [de septiembre de 1892, Vol. XIII, Suplemento. p. xci] explicó que en relación a su Carta de Renuncia del mes de enero pasado, ‘un largo descanso en las montañas ha restablecido mi salud. . .por lo que revoco mi carta de renuncia y vuelvo a asumir los deberes activos y la responsabilidad del puesto; declarando al Vicepresidente William Judge como mi sucesor constitucional’.”
(The Theosophical Movement, p.192)





(Nota: pueden acceder a la tercera y última parte de la biografía del Coronel Olcott haciendo clic abajo en “entradas antiguas” y a la primera parte haciendo clic en “entradas más recientes”.)